La Justicia falló en el caso de un perro que mató a mordiscones a una nena de 10 años
El dueño de un perro de raza Pitbull que mató a mordiscones a una niña de diez años de edad fue condenado a ocho años de prisión como autor penalmente responsable del delito de “homicidio simple por dolo eventual” en la provincia de Corrientes.
La figura del “dolo eventual”, cuando se aplica, generalmente les cabe a los conductores de vehículos que causan la muerte de peatones. Este es el primer antecedente conocido respecto del dueño de un animal.
Un tribunal de la provincia de Corrientes dispuso la condena tras considerar que el dueño del can “pudo representarse el resultado muerte como posible”, más “lo aceptó con la actitud de indiferencia”.
El Juez de Garantías de la Cuarta Circunscripción Judicial de Corrientes, Gabriel Alejandro Aldaz, dispuso la condena respecto de un adulto “de estado civil soltero, con estudios primarios incompletos (no sabe leer ni escribir)”, cuya identidad no reveló.
El condenado ya está cumpliendo la pena en la cárcel de Paso de los Libres.
Según la descripción de los hechos, el ataque del perro a la niña ocurrió “en el asentamiento de viviendas ubicado en Av. 12 de Septiembre y calle pública de esta ciudad, B° Esperanza, en fecha 23 de septiembre de 2022 aproximadamente a las 19. 30 horas”.
El condenado, dice el fallo, “causó la muerte a la niña al omitir, en su calidad de guardián y tenedor, el cumplimiento del debido cuidado de un perro potencialmente peligroso de raza mestiza con Pitbull, pelaje ovejero negro, adulto, el cual era utilizado para la caza de animales”.
La resolución consigna que el dueño del can no mató, por su propia acción, a la niña. Pero “aceptó dicha posibilidad y no hizo nada para neutralizar el peligro por él generado, que se concretizó con el fatal desenlace».
“El perro que se encontraba en su casa, ubicada a 14,70 metros de la casa de la niña, delimitada por un cerco de dos tiras de alambres, en el mismo asentamiento junto a otras viviendas; atado a un poste mediante una cincha atada a una cadena. (…) Escapó, cruzó el cerco de alambres, atacó, mordió y provocó múltiples heridas a la niña, lesionándola de muerte en la región lateral izquierda del cuello consistente en una herida contusiva compleja con bordes desgarrados e infiltrado hemático de siete centímetros cm de diámetro mayor, lesión desgarrante de los vasos del cuello que provocó una hemorragia externa por lesión gravísima del paquete vascular izquierdo del cuello”.
Ya había atacado otras veces
El juez de Paso de los Libres destacó que el responsable del perro “se representó con anterioridad al hecho dado que no era la primera vez que el perro se escapaba y atacaba, y era habitual que la niña y otras personas circularan por el lugar; e incluso anterior al hecho le solicitaron que retirara al animal del lugar debido a su peligrosidad”.
La condena fue dictada en un contexto de juicio abreviado, un mecanismo que consiste en que el acusado admite su responsabilidad en el hecho que se le atribuye y pacta con el fiscal una pena menor a la que podría caberle en un juicio oral.
En este caso, la condena fue al mínimo previsto, ya que el homicidio tiene una escala penal de entre ocho y 25 años de prisión.
El imputado fue responsabilizado porque desoyó “las recomendaciones que le fueron dadas por la proteccionista de animales Roxana Starek respecto a qué hacer con el animal debido a su peligrosidad y no no cumplió con el resguardo e hizo caso omiso a las recomendaciones y a las peticiones que diversos vecinos le realizaron respecto al peligro que generaba su perro en el vecindario”.
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