Ante una convulsionada Philippe Chatrier, fue un amplio 6-1 y 6-4 para el serbio. Jugará en octavos de final con el alemán Dominik Koepfer
Apenas van tres días desde la inauguración oficial de París 2024 y la competencia ya vivió un capítulo que seguramente quedará en la historia de los Juegos Olímpicos: la eterna rivalidad entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, uno de los clásicos del tenis contemporáneo, tuvo su 60º capítulo, el segundo olímpico. Y fue un partidazo ante un Philippe Chatrier, el estadio principal de Roland Garros, convulsionado y estremecido por tener enfrentados a 46 títulos de Grand Slam. El duelo comenzó como un monólogo del serbio, pero el español, con mucho más amor propio que físico, reaccionó en el segundo set y pareció ir en busca de un triunfo con tintes milagrosos. Al final, Nole recuperó la calma y logró cerrar el match por 6-1 y 6-4, al cabo de una hora y 43 minutos de acción, para dar otro paso hacia esa medalla dorada que nunca consiguió y que tanto anhela.
El primer set, que no tuvo ningún tipo de equivalencias, se extendió por 39 minutos. Rafa, apabullado como pocas veces se lo vio sobre el polvo de ladrillo, apenas pudo rasguñar un game después de mucho trabajo luego de haber quedado 0-5 muy rápido. Fue 6-1 para el de Belgrado.
El segundo parcial comenzó con la misma tónica. El español, con obvias limitaciones físicas y sufriendo el calor -el termómetro marcaba por entonces 30°C-, parecía no tener herramientas ni ideas para frenar esa avalancha de tenis que era Djokovic, que se colocó rápidamente 4-0 arriba jugando en velocidad crucero, con pocos errores y una simpleza envidiable.
Sin embargo, a falta de juego e ideas, Rafa empezó a sacar energías, tal vez empujado por el público, ya enloquecido con una posible resurrección de su rey. Así, logró encadenar cuatro games consecutivos para igualar la historia e ilusionarse con llevar el partido a un tercer y hacía un ratito impensado set.
Nole, acorralado, entendió que tenía que apagar esa reacción. Volvió a apretar el acelerador. Y después de desaprovechar dos chances de quiebre, capitalizó la tercera para cortar con la onda positiva de Nadal y ponerse 5-4 arriba. Se lo notaba enojado al serbio, quien cuando volvió a su banco le hizo un gesto a los fanáticos tocándose en forma provocativa la oreja izquierda, como diciendo: «A mí también me tienen que alentar».
Así, ante la mirada de Billie Jean King -estuvo sentada junto al rapero Snoop Dogg- salió a sacar para el partido. A ganar el partido. Y lo cerró con un ace. Pura autoridad para dejar en claro que todavía puede soñar con cosas grandes.
Así dejó 31-29 el historial a su favor para esperar en los octavos de final al alemán Dominik Koepfer, que le ganó por 3-6, 6-2 y 6-1 al italiano Matteo Arnaldi. A Rafa, en cambio, le queda el consuelo del torneo de dobles, donde buscará escribir otra página de su leyenda en compañía de su mejor discípulo, Carlos Alcaraz.
Djokovic vs Nadal o Nadal vs Djokovic es el partido más repetido de la historia del tenis y también el que esperaban todos los fanáticos a este deporte en cuanto se conoció el sorteo del cuadro olímpico. No jugaban desde los cuartos de final de Roland Garros 2022, la última gran hazaña del español, quien ganó el torneo con el pie infiltrado.
Probablemente el duelo de este lunes, una de las victorias más amplias de Nole -solo superada por el doble 6-2 de la final del ATP 500 de Beijing 2015, sobre cemento- haya sido el último duelo entre estos dos integrantes del legendario ‘Big 3’, que dominó al tenis mundial junto al ya retirado Roger Federer. De hecho, Nadal avisó apenas terminado el partido que tomará una decisión sobre su futuro una vez que termine su aventura en París.
«Intento mirar hacia adelante, medir hasta las olimpiadas (sic). Cuando terminen aquí voy a tomar las decisiones que tenga que tomar en base (…) a las ganas que yo tenga y a las sensaciones que yo tengo», dijo Nadal.
«Para muchos tiene poco sentido, llevo dos años sufriendo, me he operado la cadera (…), si siento que no soy competitivo voy a tomar la decisión de irme, pero he jugado poquito», matizó el 22 veces ganador de Grand Slam, dejando abierto todas opciones sobre su futuro.
Con pocos partidos jugados en los dos últimos años a causa de lesiones, Nadal dijo que intentará «hacer lo que pueda para disfrutar, si después de acá no tengo más ganas de jugar se los comunicaré». Pero «no puedo vivir cada día pensando si es el último o no», concluyó el español.
Djokovic, en cambio, se quedó con ganas de volver a cruzarse con Rafa. «No hay otra rivalidad así en la historia del tenis, con 60 partidos disputados uno contra otro. Eso hace que sea muy único y muy especial. Espero simplemente por el bien de nuestra rivalidad y del deporte en general que podamos enfrentarnos una vez o unas cuantas más, en diferentes superficies, en distintas partes del mundo, porque siento que eso solo puede beneficiar al deporte», apuntó.
Y cerró: «Si ha sido el último partido hoy entre los dos, es algo que no se sabe, que depende de diferentes factores. Depende de los dos, de cómo nos mantengamos. O si de participamos en los mismos torneos o no. Creo que ambos queremos jugar en los Grand Slam y en los grandes torneos. Probablemente seremos muy selectivos».
Cargando ...
Agregue un Comentario