La actualización de los valores será menor a la prevista a raíz de la decisión del Gobierno de postergar el impacto en los impuestos a los combustibles.
Desde este lunes rige un aumento del 4% promedio en nafta y gasoil. La suba contempla principalmente, el 1% de incremento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que definió el Gobierno desde el primero de julio, la devaluación mensual del 2% del tipo de cambio oficial y la última suba de biocombustibles de esa misma magnitud, indicaron fuentes del sector a Infobae.
En el Ministerio de Economía entienden que las petroleras -YPF, Shell, Axion y Puma- colaboran al aplicar el menor incremento posible para contribuir a la desaceleración de la inflación ante expectativas de mejoras en la macro. A eso se suma que desde que asumió Javier Milei los combustibles aumentaron más del 110% promedio y las ventas acumularon seis meses consecutivos de caídas interanuales.
El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió diferir, al igual que lo había hecho en mayo y junio, el incremento del ICL que estaba previsto en el decreto 466/2024 para evitar un impacto mayor en la inflación.
Una fuente oficial dijo a este medio que si se aplicaba la suba del tributo prevista en la norma la nafta aumentaría 15% y el gasoil 10%, solo por el componente impositivo. Los cálculos privados arrojaban un salto de al menos 18 por ciento. Finalmente, el impacto será de solo 1% sobre los precios finales.
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