Afirman que la evaluación estuvo mal hecha y, por eso, la 2022 mostró una gran recuperación, que se anunció en 2023. Dicen que “no hay evidencia” de que haya sido intencional. Casi la mitad de los alumnos no llega al nivel satisfactorio en Matemática.
El 18 de mayo del año pasado, el gobierno de Alberto Fernández informaba una importante mejora en los resultados de la prueba Aprender de 2022 con respecto a la del año anterior, 2021. Lo presentaron como una “gran recuperación de aprendizajes” tras la caída que había habido en la pandemia.
En ese momento de 2023, muchos especialistas dudaban de que una recuperación así fuera posible. Nunca había pasado. Ahora, desde el gobierno de Milei dicen que, ante las sospechas, hicieron una auditoría externa sobre toda la serie histórica de las pruebas Aprender y detectaron un error. Pero el error no estuvo en la prueba de 2022 como se creía, sino en la de 2021.
¿Cómo es eso? Resulta que Aprender 2021 había dado muy malos resultados, sobre todo en Lengua. Una caída enorme. Casi se había duplicado la cantidad de alumnos que no llegaban al nivel esperado en comprensión de textos.
La gran caída se había atribuido a la pandemia, pero en ninguna parte del mundo se produjo semejante derrumbe. Sobre todo, porque la lectoescritura afecta principalmente a los chicos que están en primero o segundo grado, y la prueba Aprender se toma a los de sexto de la primaria. Es decir que esos chicos evaluados ya habían aprendido a leer en años anteriores, en los que sí hubo presencialidad.
Desde la Secretaría de Educación convocaron ayer a la prensa para informar sobre los resultados de la prueba Aprender 2023 y explicar que, por el error de 2021, debieron cambiar toda la serie histórica de esta evaluación estandarizada que ya lleva como 30 años.
María Cortelezzi, subsecretaria de Evaluación e Información Educativa, explicó que la “inconsistencia” en los datos -como la llamaron- fue consecuencia de un “error técnico” en el procesamiento de los datos del año 2021. “Hubo un reordenamiento de las etapas de ese procesamiento que llevaron a una eficiencia en los tiempos, pero no se ajustó un parámetro y, por eso, se produjo el error”.
“El error es técnico, no hay evidencia de que haya sido intencional, sí está claro que hubo un problema en los procesos de revisión y de chequeos previos a la publicación”, dijo el secretario de Educación Carlos Torrendell.
En búsqueda del error
Desde la Secretaría de Educación informaron que van a publicar un informe técnico, donde explicarán cómo se produjo el error de 2021; y que van a hacer un plan para que se fortalezca el control de calidad de la prueba Aprender.
Según explicaron a la prensa, tras encontrar los datos tan poco habituales en la serie que va de 2021 en adelante, los analizaron en base a tres hipótesis. Uno, que hubo cambios en la dificultad de las preguntas que les hacían a los chicos. Dos: hay seis modelos distintos de pruebas y algunos habían sido más fáciles. Tres, error en el procesamiento de los datos.
La auditoría descartó la opción uno, luego la opción dos, y finalmente detectó que el error estaba en la forma en que se había procesado la información. Volvieron a las bases de datos originales, las volvieron a procesar y ahora sí está el resultado final de Aprender 2021, que modifica toda la serie.
También hubo cambios, de apenas 0,4% entre los resultados de Aprender 2023 que el gobierno anterior informó en diciembre del año pasado y los que ahora el nuevo gobierno presentó. Esa pequeña diferencia la atribuyen a que el resultado anterior era preliminar, y faltaban agregar 4.003 casos.
Los resultados de Aprender 2023
Aprender 2023 se tomó a alumnos de sexto grado de las escuelas de todo el país (es censal). Participaron 19.272 escuelas (93,9%) y 614.817 estudiantes (82%). Los examinaron en Matemática y Lengua. Además, hubo cuestionarios complementarios, sobre distintos aspectos de la vida escolar, a directores, docentes y estudiantes.
En cuanto a los resultados educativos, la mayor preocupación está en Matemática. Casi la mitad de los alumnos (48,6%) no alcanza el nivel satisfactorio en esta materia. En Lengua, no llega a ese nivel el 33,6% de los alumnos.
Los cuestionarios complementarios muestran distintas situaciones, que resaltaron los funcionarios ayer, y que abren diversas líneas para la investigación y la intervención política.
Por ejemplo, que a mayor antigüedad de los directores en una escuela mejores resultados obtienen los alumnos. Esto sucede tanto en Lengua como en Matemática y en escuelas donde van alumnos de los distintas clases sociales.
Más de la mitad de los directores dice que hay ausentismo de alumnos en sus escuelas y que afecta los aprendizajes. La proporción es mayor en escuelas estatales y de sectores sociales bajos.
Los chicos pobres son los que más valoran la escuela. Sobre todo, aquellos chicos que tienen buen clima escolar (que son la mayoría). Al 81,6% le gusta ir a la escuela, pero esa proporción crece al 86,5% entre los chicos pobres.
Por último, el 46,6% de los alumnos de sexto grado dice que, en el tiempo libre, lee libros que no les dieron a leer sus maestros.
Desde este año, también en 3° grado
En línea con el Plan Nacional de Alfabetización, que impulsa el Gobierno, que busca que los chicos terminen 3° grado comprendiendo lo que leen, a partir de este año la prueba Aprender también se tomará a esos alumnos que terminan el primer ciclo de la primaria.
La prueba será muestral y se tomará en noviembre. Y será bianual, es decir, la próxima se tomará en 2026 y así sucesivamente. La idea es “mantener la compatibilidad en el tiempo”, dijeron desde la secretaria de Educación.
La prueba de 3°grado se suma al calendario de evaluaciones educativas oficial, que ya incluye una prueba bianual a los últimos años de la primaria y la secundaria, que se alternan uno con otro.
Este año le toca a la secundaria. Esa prueba se tomará un mes antes que la de 3° grado, en octubre.
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