Sostuvo que los conocía “del ámbito de la noche” y que compartían fiestas donde Pablo Tolaba vendía drogas de diseño, como pastillas de éxtasis.
Con el testimonio de un testigo de identidad reservada comenzó una nueva semana de juicio por el doble crimen de Jonatan Pablo Tolaba y Romina Isabel Zerda, ocurrido el 10 de octubre de 2021 en la Circunvalación Oeste. Este hombre, amigo de las de las víctimas, confirmó que Nicolás Ramos, sindicado por los otros imputados como el autor material del hecho, debía dinero y que ellos vendían drogas.
El testigo de identidad reservada declaró por videoconferencia. Dijo haber sido amigo Tolaba y Zerda, las dos víctimas. Sostuvo que los conocía “del ámbito de la noche” y que compartían fiestas donde Pablo vendía drogas de diseño, como pastillas de éxtasis.
Afirmó que también los visitó en su casa y que nunca le comentaron si tenían problemas con alguna persona. Confirmó que Pablo también había sido prestamista y que le había comentado que Nicolás Ramos (el hombre sindicado por los otros acusados como el autor material del doble crimen y que fue encontrado sin vida en un camping de General Güemes) le debía dinero. No le mencionó la cifra.
Por el hecho están siendo juzgados Kalil Ezequiel Chejolán, Julián Bautista Bubroski y Ricardo Alberto Galarza, imputados por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por el uso de arma de fuego (dos hechos), en concurso real. En causa acumulada, Chejolán y Bubroski también están acusados por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Zerda se oponía a la venta de drogas, según el testigo
Acerca de la relación entre Romina y Pablo dijo que no era muy estable porque ella quería que él dejara de vender estupefacientes, le decía que no tenía necesidad de seguir haciéndolo pero él se negaba. No obstante, señaló que siempre iban juntos a las fiestas.
Sobre el método que Pablo utilizaba para comercializar las sustancias prohibidas, el testigo sostuvo que generalmente pactaba las entregas y que no le vendía a extraños. Entregaba la mercancía en persona, en las fiestas o pasaba durante la tarde, a domicilio.
Sobre la personalidad de su amigo manifestó que era un hombre tranquilo. Que había gente que le debía dinero o compradores que le adeudaban pastillas pero él nunca los amenazaba. Afirmó que jamás observó una reacción violenta de su parte.
El testigo dijo que también había conocido a Nicolás Ramos a través de Pablo, porque era su amigo. Recordó haberlo visto en la casa del damnificado, en algunas fiestas. También aportó que Ramos le había enseñado a Pablo cómo cultivar plantas de marihuana.
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