Tras arribar al país desde Estados Unidos, el Presidente reunió a su gabinete y sumó sorpresivamente al embajador de Netanyahu al encuentro. Realizó «un análisis de la situación» tras el ataque iraní y expresó su respaldo al gobierno israelí.
Tras haber arribado al atardecer al aeropuerto de Ezeiza de su gira por Estados Unidos, Javier Milei se dirigió rápidamente a Casa Rosada donde esta noche encabezó una reunión del comité de crisis que analizó «la situación» por el recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio y en el que dejó de manifiesto el alineamiento de Argentina con Israel: sentó a pocos metros al embajador israelí en Argentina, Eyal Sela, que lo acompañó durante todo el encuentro.
A raíz de la nueva escalada bélica en esa región de Asia, el Presidente decidió cancelar la gira que tenía prevista una última parada por Dinamarca para oficializar la compra de aviones F16. Es por ello que adelantó su regreso a la Argentina y esta noche encabezó un comité de crisis para diagramar los próximos pasos del gobierno en torno a dicho conflicto. «Estamos en alerta alta y vamos a ir definiendo hasta cuándo seguiremos bajo esa condición», indicó bien temprano una calificada fuente oficial consultada por este diario.
Es que desde el último sábado Seguridad había aumentado el nivel de alerta en puntos estratégicos de la Ciudad como forma de prevenir eventuales actos terroristas, como la embajada israelí, la AMIA o la propia Casa de Gobierno, pero ahora es probable que se vaya levantando gradualmente dicha protección en la medida que desescale la tensión entre Israel, Irán y grupos insurgentes de Yemen.
Milei estuvo acompañado por la vicepresidenta Victoria Villarruel, su hermana Karina, el jefe de gabinete, Nicolás Posse y los ministros Patricia Bullrich, Guillermo Francos, Luis «Toto» Caputo, Luís Petri, Mariano Cuneo Libarona y Mario Russo. También participaron de la reunión el asesor Santiago Caputo y el vocero Manuel Adorni.
No todos participaron de forma presencial: Petri (Defensa) se conectó por Zoom a poco de su arribo a Dinamarca para participar de la «entrega» de los aviones al igual que la canciller Diana Mondino que se encontraba en Brasil, adonde viajó durante esta misma jornada.
El encuentro arrancó con un discurso del embajador Sela, que repasó los alcances del ataque de Irán a su país, los riesgos de una mayor escalada del conflicto y las negociaciones en marcha en el marco de las Naciones Unidas.
En un posterior mensaje grabado, Adorni ratificó que «Argentina respalda enfáticamente al Estado de Israel en defensa de su soberanía» y luego dio la palabra al embajador israelí.
Al respecto, Sela expresó el agradecimiento del primer ministro «Netanyahu y el presidente Herzog a Javier Milei por su clara condena a Irán y por estar del correcto de los hechos». El diplomático añadió que durante el encuentro también aportó «información diplomática sobre el ataque a Israel con drones y misiles los que en un 99% fueron interceptados» y graficó la gravedad de lo sucedido en que «por primera vez Irán atacó» suelo israelí ya que anteriormente «venía atacando con sus proxis u organizaciones terroristas como Hesbollá, Hamas o los hutis de Yemen y esta vez intentaron arrojar 60 toneladas de explosivos» contra la nación hebrea.
En el oficialismo deslizaron que, con la reunión, se oficializó un Comité de Crisis para monitorear la compleja coyuntura: se tomó en consideración un «informe conjunto» de Cancillería, Defensa, Seguridad e Inteligencia que fue elaborado por esta última área. Con todo, el titular de la AFI, Silvestre Sívori, no estuvo presente en el encuentro.
Contacto con otros presidentes
Resultó notoria la presencia de la vicepresidenta Villarruel en el encuentro: durante el último sábado, y ante la ausencia en el país de Milei, había tomado cartas en el asunto y pedido sendos informes a Bullrich y Mondino. La Vice se mostró «preocupada» por ser Argentina un potencial blanco del terrorismo islámico.
Hace unos 10 días el coronel retirado Carlos Becker, jefe de gabinete de Defensa y cercano a Bullrich, había alertado sobre la necesidad de establecer un comité de crisis habida cuenta de la compleja coyuntura internacional. En las últimas horas hubo quejas dentro del propio gobierno por la aparente falta de equipamiento de las unidades antiterroristas de las fuerzas federales y por la escasa información de inteligencia para hacer frente a una eventual amenaza.
El pasado sábado el Presidente cambió abruptamente su agenda al confirmarse el ataque que lanzó Irán con drones suicidas contra Israel. Fue el propio ejército israelí el que confirmó el ataque, después de días de tensión tras la muerte un general iraní de alto rango en la capital siria, Damasco.
Milei, que tenía previsto viajar ese día al país escandinavo, previa escala en París, para la firma de la compra de 24 aviones F16, regresó en un vuelo comercial desde los Estados Unidos. Desde la comitiva presidencial aseguraron que, por cuestiones de seguridad, tampoco era aconsejable viajar hacia Europa. “Estar en la Argentina es una demostración de seriedad”, graficó un ministro de diálogo directo con el Presidente.
También se espera que el Presidente se ponga en contacto con distintos presidentes de Occidente para coordinar acciones en conjunto. En el Palacio San Martín informaron que por el momento no hay ningún cónclave confirmado entre los líderes de la región.
En el Ejecutivo argumentan, además, que, en el medio del conflicto, la mayoría de los jefes de Estado alineados con Israel se mantienen en sus países. También advierten que en las últimas semanas hubo un intento de atentado en Perú y que se detectó la presencia de 700 integrantes de la guardia revolucionaria de Irán (Quds) en Bolivia. “Eso es un peligro”, señalaron en el Gobierno sobre la presencia de los militares iraníes, a cuyos 6 altos mandos Israel mató en un operativo en Damasco.
Las fuerzas federales argentinas, en tanto, ya habían reforzado su presencia en organizaciones judías luego de que la Cámara de Casación declarara a Irán como Estado terrorista por su participación en el atentado a la AMIA, otro elemento que pesó en el regreso del Presidente.
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