Así lo describió Kalil Ezequiel Chejolán, uno de los acusados, quién este lunes decidió declarar frente al tribunal. Además del declarante, los otros dos acusados de matar a Romina Zerda y Jonatan Tolaba son Julián Bautista Bubroski y Ricardo Alberto Galarza.
Comenzó el juicio por el doble homicidio de la pareja que fue asesinada a tiros el 10 de octubre de 2021.
El Salón de Grandes Juicios es el lugar donde desde ayer se lleva a cabo la audiencia de debate contra tres hombres, acusados de un doble homicidio agravado en perjuicio de Romina Isabel Zerda y Jonatan Pablo Tolaba, pareja que fue asesinada a tiros el 10 de octubre de 2021 en la Circunvalación Oeste de Salta capital. En la primera jornada, Kalil Ezequiel Chejolán, uno de los acusados, decidió declarar frente al tribunal compuesto por Marcelo Rubio (presidente), Marcela Fáber y Gabriela Romero Nayar (vocales).
Además del declarante, los otros dos acusados son Julián Bautista Bubroski y Ricardo Alberto Galarza, los tres están imputados por el delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por el uso de arma de fuego (dos hechos), en concurso real. En una causa acumulada, Chejolán y Bubroski también están acusados de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Tras la lectura de la requisitoria fiscal, pasó al frente del estrado Chejolán, no sin antes esperar que los otros dos imputados se retiraran de la Sala V. Dijo que conocía a Pablo Tolaba por haberle comprado pastillas de éxtasis para llevar a una fiesta electrónica. Sin embargo, a la pareja de Tolaba, Romina Zerda, señaló no conocerla.
Iban a una fiesta
En el marco de una fiesta a la que los distintos actores iban a concurrir, evento electrónico donde según manifestaron suele ser común la venta y compra de éxtasis -droga sintética-, el imputado fue consultado por el doble homicidio y sus horas posteriores.
Sostuvo que esa noche llamó a Galarza, quien ocasionalmente se dedicaba a remisear, para ir al encuentro de Bubroski y Nicolás Ramos, éste último está sindicado como el autor material del doble crimen y fue hallado sin vida el 1 de noviembre de 2021 en un camping de General Güemes.
«Me mandé una changa»
Al no encontrarse en el punto acordado, el imputado refirió que junto a Galarza divisaron el auto de Bubroski a un costado de la Circunvalación Oeste. Nicolás Ramos, contó, estaba al costado de la camioneta, se les acercó y dijo: «Me mandé una changa» o «me moquié» en alusión al doble crimen. Ni Chejolán, ni los otros descendieron del vehículo.
Tras el horror, el acusado señaló que siguió trabajando con naturalidad hasta que escuchó su nombre en las noticias y luego en las redes sociales. Se asustó por lo que le podría pasar a él y su familia con lo cual decidió llamar a un abogado -Marcelo Arancibia- a quien visitó en su estudio junto a Nicolás Ramos.
En presencia del letrado Chejolán manifestó que Ramos confesó que había sido el autor del doble homicidio. «Primero le tiró a Pablo, el segundo tiro fue para su esposa, siempre desde atrás», apuntó el acusado y agregó que hubo un «tercer tiro», Nicolás Ramos decidió rematar a Romina Zerda porque «estaba agonizando».
Ramos y Tolaba eran amigos y vendían estupefacientes
«A mí no me detuvieron, yo me presenté acá -fiscalía-, les dejé mi teléfono celular y me puse a disposición de la Justicia, incluso les dije que si necesitaban la clave del celular se las daba, creo que lo dejé sin la clave», sostuvo el encargado y único declarante en la jornada inicial del juicio por el doble homicidio de la Circunvalación Oeste.
En sus declaraciones Kalil Chejolán apuntó que Tolaba y el supuesto doble asesino, Nicolás Ramos se conocían porque ambos se dedicaban a la venta de drogas. Éste último, dijo, comercializaba marihuana, y el primero drogas sintéticas. Señaló que eran amigos e incluso solían comprarse mutuamente. Al ser consultado si entre ambos existía algún problema, dijo que no o no sabía, pero señaló que Tolaba le había prestado plata a Ramos, no supo confirmar el monto, y que éste último estaba cansado de que le reclamara el dinero.
Los celulares de la víctima
El imputado también contó que, tras el crimen, arrojaron celulares al canal de la Coronel Vidt, al cabo de algunas horas se enteró que eran de los «chicos, las víctimas», sostuvo. Sobre la causa acumulada que también pesa en su contra, aclaró que antes de los homicidios ya contaba con la habilitación de Nación para tener nueve plantas de marihuana a raíz de una enfermedad que padece -flebitis-, que no tenía balanza y sí elementos de corte como trinchetas y ese tipo de objetos.
La ronda de testigos comenzó con la declaración de la hermana Romina Zerda y el padre de Pablo Tolaba. También declararon efectivos policiales y un testigo de identidad reservada.
El doble homicidio ocurrió el 10 de octubre de 2021, cerca de las 23, los cuerpos sin vida de Tolaba y Zerda fueron encontrados en el interior de una camioneta, Fiat Strada, estacionada sobre una calle colectora de la Circunvalación Oeste, entre el acceso a San Luis y el barrio Miracolos.
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