YCRT pierde fortunas cada año y tiene deudas por $ 40.000 millones. En ese descontrol, los operarios trabajan efectivamente dos horas y media por día, y había 30 muertos cobrando jubilaciones.
La empresa estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) está dentro de los planes de privatización del presidente Javier Milei. La compañía minera de Santa Cruz no es sustentable desde hace décadas. Fue parte del plan energético del kirchnerismo que nunca cumplió con su promesa productiva y sólo acumula años de números en rojo.
En diciembre, el actual interventor, Thierry Decoud, se encontró con una empresa sin producción, una planta de personal que demanda más de 5.300 millones de pesos por mes (este año necesitará 80.000 millones de pesos) y jubilaciones que se pagaban a personal fallecido hace años, entre otros aspectos que se encuentran bajo análisis.
A 300 kilómetros de Río Gallegos, en dirección hacia la precordillera andina, se encuentran las localidades de Río Turbio y 28 de Noviembre, que dan vida a esta zona conocida como la Cuenca Carbonífera: el corazón minero de Santa Cruz.
La empresa YCRT es la que nuclea a ambas ciudades separadas por 12 kilómetros. Prácticamente en el medio de esa ruta provincial, se encuentra emplazada la compañía minera que fue foco de varias investigaciones judiciales por presuntos hechos de corrupción.
Intervenida desde 2002
La firma se encuentra intervenida desde que la Argentina era gobernada por Eduardo Duhalde, en 2002. Aunque el carbón le pertenece a la provincia, cada presidente que asume tiene la potestad de designar al interventor de la compañía, que sólo se sustenta con aportes del Tesoro Nacional.
Los números oficiales exponen su falta de viabilidad económica bajo las actuales condiciones. En diciembre, el gobierno de La Libertad Avanza se encontró con una “producción cero”, un acentuado reclamo sindical (conviven allí cuatro representaciones gremiales diferentes) y números en rojo con una numerosa planta de personal.
Pese al panorama poco alentador, el interventor Decoud tiene la determinación de no cerrar la compañía y revertir su ecuación económica con una certeza: YCRT no es rentable pero puede extraer suficiente cantidad de carbón para no perder dinero.
El recurso mineral está: se encontraron con cuatro frentes de explotación que si bien nunca funcionaron en simultáneo -en el presente sólo se utiliza uno-, la tecnología aplicada “es buena, las condiciones de las instalaciones están muy bien”. Es decir: YCRT requiere un plan de trabajo y reordenamiento del personal que podría ahorrarle más de 7.300 millones de pesos al Estado nacional.
Radiografía del déficit
Bajo la sombra del fantasma de cerrar la empresa por su déficit insostenible -que siempre ronda ante un cambio de gestión- la actual administración trabaja en la reactivación de la producción de carbón y su exportación a través del Puerto de Punta Loyola, ubicado a 330 kilómetros de la Cuenca Carbonífera.
El primer número que llama la atención es el presupuesto. Por sueldos, cargas sociales, jubilaciones, bienes y servicios e inversiones, se gastan 7.384 millones de pesos por mes.
Sólo los sueldos insumen 3.485 millones de pesos mensuales, más 1.952 millones que se destinan a las cargas sociales.
La plantilla de personal de YCRT se compone de 2.142 agentes, de los cuales sólo 900 son mineros, los únicos que trabajan en exposición al frente de la mina.
Dos datos revelan la importancia social de la empresa minera: la municipalidad de 28 de Noviembre tiene 977 empleados, mientras que la de Río Turbio tiene 1.126 trabajadores. Es decir: YCRT emplea más trabajadores que las dos intendencias.
El salario promedio bruto de los trabajadores de la firma ronda 1.200.000 pesos por mes. Un administrativo está percibiendo cerca de $ 800.000, y un ejecutivo jerárquico cobra cerca de $ 1.550.000 pesos.
Si se proyecta anualmente, y sin los aumentos salariales que seguramente habrá, este año YCRT necesitará 163.216 millones de pesos para operar.
Este mes, el Gobierno nacional envió a la empresa 4.000 de los 7.384 millones de pesos que necesita. Pero además, la intervención pelea con deudas de la anterior gestión, con proveedores, por cargas sociales y otras deudas generales que suman cerca de 40 mil millones de pesos.
La jornada de “dos horas y media”
Pese a la gravedad de los números, la discusión no está puesta en la percepción de los ingresos, sino en la falta de operatividad de la compañía.
Como en 2008 la secretaría de Trabajo de Santa Cruz declaró a la mina un lugar de trabajo insalubre, la jornada laboral se redujo a seis horas. La actual administración realizó el siguiente cálculo: los trabajadores tienen una hora y media de viaje hasta ingresar a la mina de carbón, y el mismo tiempo para regresar a la ciudad. Ese traslado consume tres de las seis horas de trabajo.
Después hay media hora para el almuerzo, lo que reduce la cantidad de tiempo de trabajo específico en la mina a dos horas y media por día. Estos cálculos fueron volcados en diversos documentos.
Esto ocurre porque la jornada inicia con el traslado, no cuando los trabajadores ingresan a la mina y comienza la extracción del carbón. Es algo que analiza modificar la intervención de YCRT, para ampliar la cantidad de tiempo de explotación dentro del socavón.
Con dos horas y media por turno (en cada uno de ellos baja a la mina unos cien operarios) se logran extraer sólo 550 toneladas diarias. Para no perder dinero, se estima que deberían sacar 4.000 toneladas.
YCRT cuenta con cuatro frentes de explotación, sin embargo nunca funcionaron todos. El desafío del interventor Decoud es poner dos frentes en simultáneo a trabajar para aumentar la producción de carbón.
¿Por qué nunca fue posible la simultaneidad? Por ineficiencia energética. No se logra alimentar todo lo que demanda el trabajo en mina, desde la iluminación al trabajo de las máquinas.
Subsanado el tema a través de la adquisición de un generador, se avanza en un nuevo esquema de trabajo para optimizar las horas en el interior de la mina de carbón. A la fecha no hubo personal despedido, pero se busca mejorar los turnos y revisar la jornada laboral.
Los jubilados “fantasmas”
La intervención de YCRT inició la gestión con 1.406 jubilados, pero en enero sólo se les pagó a 1.107 operarios pasivos.
Cuando revisaron los números en detalle observaron dos cosas: muchos jubilados hace años no presentan la fe de vida y esto derivó en otro dato por demás llamativo; había cerca de 30 personas fallecidas que seguían cobrando la jubilación.
¿Cómo fue posible? Porque en algún momento se hizo un cambio de CBU y al mismo se giraba cada mes el dinero de la jubilación que le correspondía al operario fallecido. Esto está bajo investigación: las autoridades aseguran que se avanzará penalmente y se exigirá a las personas involucradas la devolución del dinero.
El recorrido del carbón que pierde dinero
Todo parece ser una cuenta matemática. En el puerto de Punta Loyola se deben acumular 25.000 toneladas de carbón para mover un barco de exportación. Ese carbón representa unos 3 millones de dólares, que percibiría YCRT.
El desafío es obtener ese nivel de actividad. El carbón que se extrae en la mina de carbón viaja por tren hacia el puerto. Ese recorrido es operado por personal de YCRT también. Son 10 horas de viaje, una locomotora con 45 vagones que carga 16 toneladas cada uno.
En diciembre la locomotora no estaba funcionando, y a la fecha realizará su tercer viaje desde que cambió la administración. La calculadora muestra que cada viaje de ese tren son 720 toneladas: necesitan una frecuencia constante y mucho más carbón para llegar a las 25.000 toneladas exigidas en puerto.
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