En una situación políticamente inédita, la intendenta de Salta firma decretos con nombramientos en cargos jerárquicos mientras crecen los cuestionamientos por una caótica situación que deja en obras públicas.
Cuando solo le restan tres días hábiles de gestión como intendenta de la ciudad de Salta, Bettina Romero sigue generando cuestionamientos y parece empeñada en irse de la peor manera mostrando un enorme rasgo de irresponsabilidad. Se conoció ahora nuevos nombramientos en cargos públicos. El más reciente, la designación de Raúl Alberto Córdoba como Coordinador General de Administración en el Tribunal Administrativo de Faltas ha generado un enorme rechazo dentro y fuera de la Municipalidad además de preocupación en el equipo del intendente electo Emiliano Durand.
La decisión de la intendenta quedó plasmada en la Ordenanza N°15.482 – Decreto N°906/18, fechada el pasado 1 de diciembre. Este nombramiento ha despertado críticas debido a la proximidad del fin de su mandato y la percepción de que estas acciones podrían ser interpretadas como una distribución de favores de cara al cambio de gobierno municipal.
Mientras tanto y con las primeras lluvias reaparecieron los problemas en los barrios de la ciudad que Bettina Romero no solucionó nunca y quedó expuesto un irregular y sospechoso manejo de la obra pública con una enorme cantidad de obras inconclusas en distintos puntos de la ciudad.
Agregan descontento y malestar en los vecinos las sospechas de obras pagadas y no realizadas en un marco general de falta de transparencia.
Seguir firmando nombramientos a horas de dejar el cargo muestra un preocupante nivel de irresponsabilidad de la ya prácticamente exintendenta.
Cargando ...
Agregue un Comentario