Jenna Ellis, quien trabajó para Trump, se convirtió en la última arrepentida de la causa.
La causa contra Donald Trump en el estado de Georgia, la causa mas seria que enfrenta en su amplio prontuario judicial, sumó un cuarto arrepentido. Una exabogada de Trump se declaró culpable en la causa por el intento de dar vuelta la elección presidencial de 2020 y aceptó cooperar con los fiscales, una movida que deja a Trump en una posición mucho más delicada para enfrentar el juicio.
Jenna Ellis, una exabogada que trabajó junto a Rudy Giuliani en la ofensiva que montó el trumpismo tras la derrota de Trump ante el presidente, Joe Biden, para deslegitimar y tratar de revertir el resultado de la elección, se presentó este martes ante el juez y leyó entre lágrimas una declaración preparada en la cual aceptó su culpabilidad y pidió disculpas.
“Creo y valoro la integridad electoral”, dijo Ellis, de pie en el tribunal. “Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, habría rechazado representar a Donald Trump en estos cuestionamientos postelectorales. Recuerdo esta experiencia con profundo remordimiento”, dijo Ellis, con su voz quebrada.
La declaración de Ellis se vio por televisión porque un juez decidió que todos los procedimientos judiciales en la causa contra Trump y su círculo de colaboradores sean transmitidos en vivo. Ellis, que se definió como “una abogada que también es cristiana”, admitió su responsabilidad y dijo que debió haberse asegurado de que la información que recibió de otros abogados de Trump fuera “cierta”. Ellis se declaró culpable de un delito grave de complicidad en declaraciones y escritos falsos en la causa en el que se acusó a Trump y a su círculo de montar una conspiración ilegal para revertir la derrota de Trump en Georgia, uno de los estados que le dieron el triunfo definitivo a Biden. Ellis acordó completar una sentencia de tres a cinco años de libertad condicional, 100 horas de servicio comunitario, y pagar US$5000 dólares en restitución al Estado de Georgia. Además, Ellis aceptó escribir una carta de disculpa. Y más importante para el futuro de la causa: Ellis aceptó testificar.
Ellis es la cuarta acusada que se declara culpable tras cerrar a un acuerdo con la Fiscalía. Además de Ellis, los exabogados de Trump Sidney Powell y Kenneth Chesebro también llegaron a un acuerdo con los fiscales, al igual que Scott Hall, un fiador de fianzas.
Powell y Chesebro fueron dos de los principales arquitectos, junto con Rudy Giuliani, de lo que se bautizó la “Gran Mentira”, las denuncias de un fraude masivo a favor de Biden en la última elección presidencia. Esas denuncias del trumpismo, que fueron llevadas a la Justicia, jamás fueron verificadas y fueron rechazadas por los demócratas, el Departamento de Justicia y la comunidad de inteligencia. Luego de los comicios, Powell fue una de las abogadas de Trump que diseminó la teoría de que detrás del supuesto fraude estaban el régimen chavista de Venezuela, Cuba y también China. Su admisión de culpabilidad refuerza el caso de la Fiscalía, y aporta valiosa información para el juicio contra Trump. Powell y Chesebro también se encaminan al estrado del testigo.
Hall, Powell y Chesebro ya han grabado cada uno extensos videos respondiendo a las preguntas de los fiscales sobre sus roles y los roles que cumplieron otros de los acusados en la supuesta conspiración para dar vuelta el resultado en Georgia de la elección presidencial de 2020.
La causa de Georgia es la más complicada para Trump al ser una causa estatal. El caso no depende de los fiscales federales del Departamento de Justicia, con lo cual aun si Trump triunfa en la próxima elección presidencial y vuelve a la Casa Blanca, no podría intentar cerrar la causa. Tampoco podría otorgarse un indulto porque los presidentes solo pueden indultar delitos federales, y Trump ha sido acusado de delitos estatales. Y en Georgia, a diferencia de otros, el gobernador no tiene poder para indultar a convictos. Esa facultad recae sobre la Junta Estatal de Indultos y Libertad Condicional, que solo evalúa indultos a los cinco años de que una persona terminó de cumplir su sentencia.
Por todo esto, y por los avances que han ignorado los fiscales, el procesamiento de Trump y sus aliados en la justicia de Georgia, ampliamente esperado en el país, aparece como el más delicado del prontuario judicial del expresidente, quien ya acumula cuatro causas en los tribunales de Estados Unidos: una acusación en Nueva York por su pago a la actriz porno Stormy Daniels para tapar un supuesto romance; otra en Florida por haberse llevado documentos clasificados de la Casa Blanca; y otras dos, una en Washington y el caso en Georgia, por haber intentado revertir su derrota en la última elección presidencial.
Trump y los otros 18 acusados, entre ellos, Ellos, Powell y Chesebro, se enfrentaron a 41 cargos que alegan una amplia conspiración criminal para intentar dar vuelta la derrota de Trump ante Biden en Georgia, uno de los estados “pendulares” que terminó por definir la contienda por la Casa Blanca. Biden ganó por un estrecho margen de apenas 0,23%, tan solo 11.779 votos, según los resultados certificados. La acusación de los fiscales ofreció un amplio detalle de evidencias, incluidas llamadas telefónicas y correos electrónicos, que revelan el hercúleo esfuerzo de Trump, sus asesores y sus abogados para encontrar un camino hacia una victoria inexistente.
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