Una crítica situación viven los automovilistas en la provincia tratando de conseguir nafta y gasoil de la petrolera estatal que subió sus precios luego de que el oficialismo ganara las elecciones.
Otra vez, los carteles de «Sin stock» y mangueras colgadas encienden las alarmas del desabastecimiento.
Pasaron las elecciones y, tras el objetivo cumplido de remontar los resultados de las PASO, el Gobierno nacional se relajó y liberó primero los aumentos de precios de la petrolera estatal YPF para luego secar la plaza en varias provincias, particularmente Salta.
Desde el lunes fue casi una misión imposible conseguir naftas y gasoil de cualquier tipo en las estaciones de YPF del interior y ayer, la situación se replicó en la capital provincial, donde los fatídicos carteles «Sin stock» volvieron a imponerse en la mayoría, por no decir la totalidad, de las estaciones de servicio de bandera estatal.
Ayer y anoche se realizó una recorrida por varias estaciones ubicadas en distintos puntos de la ciudad, recorrido durante el cual pudo constatar que el faltante se extiende por toda la capital salteña, en consonancia con lo que viene ocurriendo en el interior provincial.
«Esto es un desastre, no están mandando combustibles y no informan nada. No sabemos qué va a pasar», manifestó anoche el responsable de una estación de servicio salteña, en diálogo con El Tribuno.
«La situación es pésima en general, pero sin duda que lo que más falta es infinia diésel», indicó y lamentó que no tienen interlocutores en YPF, por lo que el desconcierto y la incertidumbre es total.
Radio Salta entrevistó ayer al titular de la Cámara de Expendedores de Combustibles de la provincia, Manuel Pérez, quien confirmó que la mayoría de las estaciones de servicio están teniendo problemas para conseguir combustible y advirtió que la situación tiene a varias empresas frente al riesgo latente del cese de su actividad.
Pérez anticipó además que, en caso de que la situación fuera a normalizarse, ellos no lo saben, porque YPF no les informa «absolutamente nada, ni cuando cambian el precio», el cual aparece directamente reflejado en el surtidor.
¿Hay especulación?
El titular de los expendedores rechazó de plano las versiones sobre la posibilidad de la especulación por parte de los estacioneros y explicó que no son formadores de precios.
«Yo del aumento del precio del domingo me enteré a las tres y media de la mañana del lunes, estando sin combustible y porque los muchachos de la playa me avisaron del cambio de precio en el surtidor y a esa hora hay que salir corriendo a cambiar el precio del cartel y adecuar los sistemas contables a los nuevos precios. Nadie avisó. Nadie sabía que iba a aumentar.
«Al surtidor lo maneja YPF, yo no puedo cambiar el precio», insistió.
Detalló en este sentido que «el combustible que vendemos nosotros es de YPF, no es nuestro; o sea que si yo tengo un litro de combustible de 10 pesos hoy y mañana lo vendo a 15, porque aumentó, YPF me lo cobra a 15. Porque me cobra el importe del líquido que yo despacho en boca del pico cuando lo despacho».
«Entonces si es que hay especulación, será de la petrolera que esperaba un aumento más significativo y no está volcando la cantidad de producto que necesitamos en el mercado», aseveró Pérez.
Indicó asimismo que las diferencias de precios que suelen haber entre provincias y localidades las fija YPF bajo un criterio que desconocen los estacioneros.
Atraso de precios
Frente al planteo de las petroleras que sostienen que el precio de los combustibles en la Argentina tiene un atraso del 40 por ciento, Pérez recordó que «nosotros veníamos planteando un problema de rentabilidad desde que asumió el actual Gobierno. El precio del combustible se viene retrasado desde que subió este gobierno, respecto del índice de inflación solamente».
«Nuestros costos, la electricidad, los jornales, los insumos, todos corren a la par de la inflación; pero nuestros ingresos están pisados, atrasados… no le puedo decir cuánto para generar falsas expectativas, pero está atrasado», aseguró.
Consultado sobre si estaba al tanto de las razones por las que YPF rompió el pacto de precios y aumentó después de las elecciones, Pérez dijo que lo desconoce: «YPF no explica nada, no hay explicación. Nosotros hablamos con un 0800», reveló y dijo que si bien hay «una oficina de la petrolera acá, tiene sus limitaciones y no creo que acceda a las decisiones. De ellos no depende ni la provisión ni el precio ni la cantidad. Ellos solo administran y controlan».
Expuso, además, que «con esas reglas del juego son las que tenemos que trabajar nosotros».
Finalmente, Pérez consideró que para que el mercado de los combustibles se empiece a normalizar sería necesario que se den dos factores: precio y cantidad; es decir, que se actualicen los precios y que la petrolera produzca la cantidad necesaria para abastecer la demanda interna.
«Pero pasaron las elecciones y ganó el oficialismo y nada de eso ocurrió, y se supone que lo decide el Gobierno nacional», concluyó.
Producción local que es insuficiente
Manuel Pérez, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de la provincia, desmintió que la producción local alcance para abastecer al mercado interno.
«Hay que importar petróleo para satisfacer la demanda, especialmente de diésel, en el mercado interno. Hay que importarlo y hay que importarlo con dólares, que no hay», aclaró.
«Entonces la especulación de la que se habla: ¿es de la estación de servicio, es de la petrolera, es del gobierno que viene atrasando el cumplimiento de un decreto que obliga a aumentar trimestralmente el componente impositivo que tiene el combustible desde el 2022?», cuestionó.
Pérez dijo que «es una decisión política que va en contra de una norma que está establecida, y que a pesar de la necesidad imperiosa que tiene el Estado de recaudar, no lo actualiza porque va a impactar en el índice de inflación, en la opinión pública y porque estamos en un proceso electoral y tienen que hacer lo que sea para ganar la elección».
«Yo soy el primer deseoso de que aparezca la solución, porque los estacioneros hacemos una inversión para ganar plata vendiendo combustible, pero si no tenemos combustible estamos pagando mano de obra para que barran la playa y no para vender combustible», indicó.
Advirtió que «en junio varias estaciones han tenido que solicitar crédito bancario para pagar el aguinaldo y sueldos. Me parece que no es una situación normal esa».
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