Los pronósticos dolarizadores se consolidan ante la posibilidad de una segunda vuelta entre Milei y Massa. La falta de confianza de los ahorristas es manifiesta. Cómo traen y dónde guardan los billetes las entidades financieras.
Además de la expectativa por el resultado de las elecciones presidenciales del 22 de octubre, hay otra en ascenso con la mirada puesta en el lunes 23.
Más allá del grado de confianza que se pueda depositar en las encuestas, los operadores financieros comienzan a tomar recaudos frente al proceso de cobertura de ahorristas e inversores.
Uno de los escenarios que imaginan es la posibilidad de un balotaje con Javier Milei como el candidato más votado seguido por Sergio Massa.
Con el marco del dolarizador Milei y el ministro-candidato que acuña un esquema de dólar oficial inmóvil y plan «platita» intenso, los pronósticos dolarizadores se consolidan.
La expectativa del mercado financiero es que ahorristas e inversores no querrán pasar las elecciones con sus ahorros en pesos y que optarán por protegerse en mercadería o en dólares.
Con una inflación que apunta al 150% y en medio de una situación política y económica incierta, la decisión de la población es gastar los pesos lo antes posible para mitigar la pérdida de valor.
La inestabilidad cambiaria con el dólar blue en $800 y la brecha cambiaria en 130% son los datos más claros de la caída de la demanda de pesos.
Para el economista Ricardo Arriazu el nivel del dólar blue «es una locura» por lo alto y lo atribuyó en LN+ a que hay «hay un problema de pánico, de huida, no de tipo de cambio de equilibrio».
La idea de que Milei quiere dolarizar, de que Massa, si entra al balotaje multiplique varias veces el plan platita, y la falta de contención para la suba de precios son el caldo de cultivo para que los banqueros esperen un 23 de octubre caliente en materia cambiaria.
Frente a esa posibilidad los banqueros comenzaron a tomar previsiones y a adelantar contratos de aviones para llenar de dólares los tesoros.
Cada avión que trae US$ 150 millones tiene un costo de US$ 10.000 y hoy en las bóvedas del conjunto de las entidades hay US$ 4.000 millones en efectivo para atender un posible salto el 23 de octubre de la demanda de dólares billete en las ventanillas.
Solo la idea de que la gente podría ir a la ventanilla del banco para sacar sus dólares billete y, quien lo contrate, guardarlos en una caja de seguridad es muestra más acabada de la incertidumbre. La falta de confianza de los ahorristas es manifiesta.
Un dato a favor de los bancos es que, a diferencia de otras crisis, los depósitos en dólares se mantienen en el sistema y que hoy las entidades mantienen en los tesoros reservas en dólares para hacer frente a eventuales retiros.
Los bancos construirán en estas semanas una «montaña de dólares» para atender a sus clientes al calor de la carrera de Massa por conseguir, vía la prolongación del dólar soja 4 o el dólar Vaca Muerta o alguna otra devaluación sectorial, divisas que le permitan llegar hasta el 22 de octubre con un esquema que junta presión inflacionaria día a día.
¿Y si es Patricia Bullrich la que entra al balotaje?
El escenario que imaginan es otro. Las señales que emite Bullrich respecto a eliminar el déficit fiscal y la emisión para financiar al Tesoro podrían jugar a favor de serenar al mercado pero, en ese caso, el riesgo estará en lo que decidan Massa y Cristina Kirchner respecto de la herencia que dejarán al próximo gobierno.
En términos de herencia, una muy pesada es la que expuso Javier Milei en el debate del domingo: el nivel que alcanzaron las Leliqs (Letras de liquidez) que se toma como la deuda del Banco Central.
Los pasivos del BCRA (leliqs y operaciones de pase de cortísimo plazo) rondan los $20 billones y generan una emisión de $ 1,9 billones todos los meses por el pago de intereses.
Las leliqs están en el pasivo del Central y en el activo de los bancos que, a su vez, constituyen la contracara de los depósitos a plazo fijo de los ahorristas.
Los bancos pagan 118% anual por los depósitos de menos de $30 millones y con esa plata le compran leliqs al Central que le paga 118%.
La «montaña de leliqs» aumenta su peligrosidad ante la ausencia de demanda de crédito por parte de las empresas y el riesgo de que una baja de la tasa desemboque en una mayor inyección de pesos que vaya a la compra de dólares alimentando otra trepada del dólar y la inflación.
Para reducir el stock de leliqs, el economista Carlos Rodríguez (asesor de Milei) propone bajar fuerte la tasa que pagan y empezar a liberar los pesos. Otros economistas opinan que ese sería un camino seguro hacia otra hiperinflación.
Emilio Ocampo, que sería presidente del Banco Central si Milei llega a la presidencia, propone crear un fideicomiso en el exterior que conseguiría financiamiento prendando activos públicos.
Así, según Ocampo, los bancos recibirían, a cambio de las Leliqs, un activo externo de corto plazo que podrían vender en el exterior. Para los banqueros esa propuesta podría implicar un recorte importante de sus activos.
La preocupación sobre la «montaña» de leliqs va en aumento y los bancos lanzarían a corto plazo una propuesta de gradual reducción ante los riesgos de otra hiper en el horizonte cercano.
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