Cornejo le sacó una diferencia de 10 puntos a De Marchi, que fue jefe de campaña de Larreta y se acercó a Milei. Así, será gobernador por segunda vez. En los festejos, pidió el voto para presidente para Bullrich.
Finalmente, se confirmaron los pronósticos y Alfredo Cornejo se alza con el triunfo en las elecciones a gobernador de Mendoza. Con el 99% de las mesas escrutadas, el candidato de Cambia Mendoza araña el 40% de los votos, una diferencia de más de diez puntos por sobre su rival de La Unión Mendocina, Omar De Marchi. De esta manera, la UCR se garantiza extender su hegemonía en la provincia cuyana por 12 años, algo que solo había logrado el peronismo entre 1987 y 1999.
El peronismo, que supo gobernar la provincia hasta 2015 y polarizó con la UCR en cada elección, quedó en un lejano tercer lugar, con solo el 14,7% que cosechó Omar Parisi (Elegí Mendoza), que llevó como compañero de fórmula al camporista Lucas Ilardo. Sorprendió en el cuarto lugar el Partido Verde, que postuló a Mario Vadiño y alcanzó el 11,8%. Cerró la cuenta el Frente de Izquierda, con el 4,2% de los votos obtenidos por Lautaro Jiménez.
Pasadas las 21.40, Cornejo subió al escenario del búnker de Cambia Mendoza para agradecer el apoyo de los mendocinos, prometerles redoblar esfuerzos en la gestión provincial y enviarle un fuerte apoyo a Patricia Bullrich, de pie a su lado. “Queremos un cambio seguro y sostenido en la Argentina, para que no corramos el peligro de volver al populismo en muy poco tiempo”, dijo, en respaldo a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio y para advertir sobre los riesgos que representaría una victoria nacional de Javier Milei, al que no nombró.
Al tomar la palabra, Bullrich destacó que Juntos por el Cambio es la única fuerza que enfrentó al kirchnerismo y le arrebató espacios de poder en las elecciones provinciales. “Con Entre Ríos, la ciudad y la provincia de Buenos Aires, que vamos a ganar [el 22 de octubre], vamos a construir un triunfo importante para gobernar la Argentina”, se envalentó. “Vamos a un país ordenado: la Argentina necesita orden económico. Vamos a atacar la inflación, a sacar el cepo, a terminar con esta locura de tener importaciones discrecionales y a terminar con el cierre de las exportaciones”, añadió.
El interrogante principal que rondaba la jornada electoral de este domingo era si Cornejo iba a ser capaz de conservar la mayor cantidad de los votos aportados por el diputado nacional Luis Petri en las PASO del 11 de junio o si, por el contrario, parte de ese caudal (17%) sería capitalizado por su exaliado. Una incógnita que, a todas luces, se despejó a favor de Cambia Mendoza.
“Es un honor haber sido gobernador de la provincia y volver a serlo por el voto popular de los mendocinos”, comenzó su discurso Cornejo arriba del escenario del Hotel Aconcagua, donde, desde las 18, desfilaron algunos de los referentes nacionales de Juntos por el Cambio, como el diputado Mario Negri, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés o el dirigente liberal José Luis Espert. Cerca de las 21 arribó la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio.
“De confirmarse que Cornejo es el ganador de las elecciones, vamos a tener un Juntos por el Cambio más consolidado”, había sostenido, más temprano el mandatario correntino, quien se mostró confiado al asegurar que espera que Mendoza se mantenga como “la quinta provincia gobernada por Juntos por el Cambio”, pero aclaró que le entusiasma que sea “principalmente por la Unión Cívica Radical”.
Por su parte, el candidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Luis Petri, aseguró que la victoria será “por un margen importante” y explicó que es un resultado que tendrá un fuerte impacto en la “elección nacional”. “Vamos a hacer una gran elección con una diferencia muy importante sobre el segundo. Es importante tener ganar una provincia más, porque te garantiza gobernabilidad”, señaló el dirigente mendocino.
Mientras tanto, en el campamento opositor de La Unión Mendocina, el jefe de campaña del espacio, Álvaro Martínez, alrededor de las 19 adelantaban que el frente que llevaba como candidato a gobernador a De Marchi habría mejorado su actuación de acuerdo a las PASO provinciales de junio. “Estamos con muy buen clima porque estamos confiados que los mendocinos nos han acompañado. Hemos sentido mucho apoyo por parte de la sociedad. Sentimos que nos va a ir mejor que las PASO”, expresó el actual diputado nacional en conferencia de prensa.
A lo largo de la última semana, en las filas del cornejismo vacilaban entre la confianza de contar con un triunfo a la mano y el temor por la emergencia inesperada de un “efecto Milei” que catapulte a De Marchi en la recta final. Sucede que el diputado nacional se encargó de remarcar cada vez que pudo su cercanía personal con el candidato presidencial de La Libertad Avanza, pero sin arriesgar del todo un apoyo político. “Tenemos un gran diálogo”, repitió el candidato de La Unión Mendocina ante la prensa este mediodía.
Dardos cruzados
Con un nivel de participación del 71%, el más bajo de la historia mendocina desde el regreso de la democracia, –cinco puntos más que en las PASO, pero cuatro puntos menos que en 2003, la elección local con menor concurrencia– la jornada electoral en la provincia cuyana transcurrió en un clima de tranquilidad, algo que contrastó con la pirotecnia verbal lanzada por los dos principales candidatos.
Es que Cornejo y su exaliado De Marchi aprovecharon los micrófonos para dispensarse acusaciones de alto calibre. “Hay denuncias en Las Heras por reparto de mercadería, espero que la Junta Electoral proceda con la mayor celeridad”, exhortó el dirigente radical en la rueda de prensa posterior a su voto en la escuela Julio Lemos, de Godoy Cruz. La referencia de Cornejo no fue para nada casual: quien gobierna ese municipio, ubicado al norte de capital mendocina, es ni más ni menos que el compañero de fórmula de De Marchi, Daniel Orozco. Las Heras forma parte del Gran Mendoza, una zona que concentra el 70% del electorado de la provincia, cuyo padrón total es de casi un millón y medio de personas.
El candidato de La Unión Mendocina votó pasado el mediodía en su Luján de Cuyo natal, y tras ser consultado por los dichos de Cornejo fue tajante: “Eso es mentira”. Acto seguido, no ahorró munición gruesa contra su exsocio: “Graves son otras cosas que han estado pasando en el Consejo de la Magistratura, con audios donde sale claramente cómo se han elegido los jueces en este último tiempo, en el que salen dos consejeros diciendo ‘tendría que haberle puesto un 4 pero le puse un 6 porque el petiso me lo dijo’. ¡Esos son los temas graves, muchachos!”.
Sin mencionar a su rival, De Marchi habló de “la terrible desesperación que tienen algunos por perder” y denunció lo que denominó “trampitas de última hora”, pero se mostró confiado de que la “campaña sucia” de Cornejo “no torcerá la voluntad de los mendocinos”.
Con una impronta decididamente transversal y provincialista, La Unión Mendocina –conformada por un variopinto abanico de fuerzas políticas, que van desde el Partido Demócrata y el Partido Libertario hasta la Coalición Cívica– había obtenido el segundo lugar en las PASO del 11 de junio con el 21%, por detrás de Cambia Mendoza que alcanzó el 43% de los votos. Las elecciones se celebraron apenas un mes después de que De Marchi tomara la decisión de romper su alianza política con Cornejo.
El candidato de Cambia Mendoza vence al extitular de Pro por diez puntos y la UCR extiende su hegemonía en la provincia por 12 años, algo que solo había logrado el peronismo entre 1991 y 2003.
Finalmente, se confirmaron los pronósticos y Alfredo Cornejo se alza con el triunfo en las elecciones a gobernador de Mendoza. A tres horas del cierre de los comicios, los primeros resultados oficiales muestran al candidato de Cambia Mendoza arañando el 40% de los votos, una diferencia de más de diez puntos por sobre su rival de La Unión Mendocina, Omar De Marchi. De esta manera, la UCR se garantiza extender su hegemonía en la provincia cuyana por 12 años, algo que solo había logrado el peronismo entre 1991 y 2003.
El interrogante principal que rondaba la jornada electoral de este domingo era si Cornejo iba a ser capaz de conservar la mayor cantidad de los votos aportados por el diputado nacional Luis Petri en las PASO del 11 de junio o si, por el contrario, parte de ese caudal (17%) sería capitalizado por su exaliado. Una incógnita que, a todas luces, se despejó a favor de Cambia Mendoza.
“Es un honor haber sido gobernador de la provincia y volver a serlo por el voto popular de los mendocinos”, comenzó su discurso Cornejo arriba del escenario del Hotel Aconcagua, donde, desde las 18, desfilaron algunos de los referentes nacionales de Juntos por el Cambio, como el diputado Mario Negri, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés o el dirigente liberal José Luis Espert. Cerca de las 21 arribó la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
“De confirmarse que Cornejo es el ganador de las elecciones, vamos a tener un Juntos por el Cambio más consolidado”, había sostenido, más temprano el mandatario correntino, quien se mostró confiado al asegurar que espera que Mendoza se mantenga como “la quinta provincia gobernada por Juntos por el Cambio”, pero aclaró que le entusiasma que sea “principalmente por la Unión Cívica Radical”.
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