Fue una victoria agridulce, opacada por la gran elección del libertario. La candidata le agradeció a Mauricio Macri.
Desde temprano, Patricia Bullrich desprendía un optimismo que hacía prever que los primeros datos de boca de urna que llegaban la mostraban victoriosa en el mano a mano con Horacio Rodríguez Larreta.
Primero era en Córdoba, después en Mendoza, pero finalmente esa tendencia se expandía también en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Cerca de las 20, aun en off, Bullrich ya tenía la convicción de que había sido la candidata más votada de la PASO de Juntos por el Cambio y le decía a los suyos que había ganado en casi todo el país.
Finalmente, terminó siendo una diferencia en torno a los seis puntos entre ambos la que hubo: Bullrich cosechaba esta madrugada el 17%, y Larreta 11% del total (y aventajaba por más de 1,2 millón de votos al su rival del PRO). Y le bastó a la ex jefa del PRO para festejar.
En un búnker que la celebró como candidata, clamó «Patricia presidente» y tuvo desde el color ribetes similares a los de los tiempos más festivos del macrismo, con el propio Mauricio Macri presente y Tan Biónica sonando a pleno.
Eso no impidió que la satisfacción no fuera total, si bien se buscó disimular y plantear que más de un 70% del país no votó al kirchnerismo y que el triunfo en la PASO de Javier Milei representa también una forma de cambio.
Ese fue el mensaje que buscó bajar el halconismo PRO, que no obstante tuvo que atenuar el discurso en un tramo y decirle a los presentes que lo que viene es todos juntos, con Horacio Rodríguez Larreta adentro. Más que nunca, para llegar al balotaje, Bullrich sabe que necesitará esos votos.
«Si estuviéramos en un país normal estaríamos festejando esta elección. Pero estamos en esta Argentina, los argentinos vivimos con angustia, con miedo, sin poder sentir, soñar, proyectar ni vivir una vida normal. Pero también tenemos motivos para celebrar juntos, tienen que ver con la oportunidad que nos han dado de conducir y liderar un cambio profundo para la Argentina»,comenzó su discurso Bullrich, alrededor de las 23.20, cuando subió al escenario, minutos después del radical Luis Petri, su compañero de fórmula.
Bullrich prosiguió con su mensaje, apuntando a trabajar por «un cambio que deje atrás una educación presa de disputas políticas que repercute en los jóvenes, que cierra las puertas al futuro, que es el paso de un cambio en el medio de esta angustia».
Luego comenzó con los agradecimientos: «A todo lo que nos apoyaron con su voto en este camino, los que apoyaron. Y quiero agradecer de corazon a Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales por su trabajo en esta elección, porque juntos hemos hecho crecer a Juntos por el Cambio en todo el país». «Juntos vamos a ganar las elecciones generales», gritó Bullrich.
Larreta, minutos después, le retribuyó los saludos y salió a pedir que la voten en octubre, también diciendo que «vamos a ganar».
Además, casi a coro, coincidieron en hacer trabajar de manera conjunta a ambos equipos de campaña de cara a lo que viene. Bullrich habló de la construcción de un equipo que es el que «va a dejar atrás la decadencia».
«Saludos especiales»
La ex ministra de Seguridad transmitió dos saludos especiales también, que no fueron para nada casuales. Uno al ex presidente Mauricio Macri, a quien llamó «nuestro presidente», y el otro tuvo que ver con el propio Javier Milei, el gran ganador de la PASO.
Bullrich fue, con Macri, una de las principales dirigentes del PRO que siempre quiso sumar a Milei a una eventual ampliación de Juntos por el Cambio.
«Quiero felicitar a Javier Milei por la elección enorme que hizo», dijo Bullrich desde el escenario de Parque Norte. Y amplió, con otro mensaje directo de diferenciación de ambos con el kirchnerismo: «No quiere que el Estado sea una cueva de La Cámpora». Mientras, la gente seguía coreándola.
Mauricio Macri también felicitó, en público, a su ex ministra. El ex presidente vivió una jornada positiva en lo que se leían como sus intenciones en esta campaña, más allá que nunca lo expresó: su primo Jorge Macri ganó la PASO porteña, como corolario del triunfo de Bullrich.
Atenta también al voto a voto entre Néstor Grindetti y Diego Santilli, Bullrich dejó el escenario consciente de que los próximos 70 días tendrá que trabajar espalda con espalda con Larreta para asegurarse un lugar en el balotaje, en una elección absolutamente de tercios, que muchos previeron hace tiempo, pero que en los últimos meses venía mostrando a Juntos por el Cambio sacando ventaja sobre Unión por la Patria y al libertario Milei relegado.
La PASO dijo todo lo contrario.
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