El equipo de París igualó 1 a 1 con Racing de Estrasburgo y sumó el punto que necesitaba para levantar su histórica 11° Ligue 1. Además, el argentino superó una marca de Cristiano Ronaldo.
A casi 6000 kilómetros del Estadio Lusail y 160 días después del título más importante de su carrera, con la Selección Argentina en el Mundial de Qatar, Lionel Messi celebró su tercera y última conquista de su ciclo en París Saint Germain, que tiene como fecha de vencimiento el 30 de junio. Con su gol, que le sirvió en lo personal para quedar en solitario como el máximo goleador de las cinco grandes ligas (con 496 goles contra los 495 de Cristiano Ronaldo), el PSG le empató como visitante al Racing de Estrasburgo -que se salvó del descenso- y consiguió el punto necesario para convertirse en el club más ganador en la Ligue 1, con 11.
Para el rosarino, cuyo futuro es incierto una vez que se confirme que no renovará su contrato con los qataríes que administran el club parisino, esta estrella es la 42 de su laureada trayectoria, que tuvo su clímax aquel 18 de diciembre en Doha, donde Argentina le ganó a Francia en la definición por penales.
En París parecen no poder desprenderse de aquel recuerdo, aunque tengan en su equipo al mejor jugador del mundo. Durante 2023, Leo no la pasó bien en el club al que llegó como ídolo el 10 de agosto de 2021. Menos de dos años después, un grupo de ultras se reunió en la puerta de la sede para cantar «Messi, hijo de puta» y se encargaron de silbarlo en las últimas presentaciones en el Parque de los Príncipes.
A casi 500 kilómetros de París, en una localidad ubicada en la frontera con Alemania, hubo un puñado de barras que fueron indiferentes a la actuación de Leo, que tardó solo ocho minutos en empezar a tirar paredes con Kylian Mbappé, la sociedad que el fútbol extrañará a partir de la próxima temporada y que se fundió en gol a los 13 minutos del complemento.
Después de regalar un tiempo sin goles y de sufrir el asedio del centrodelantero senegalés Habib Diallo, mientras el Lens -su máximo perseguidor- hacía los deberes y le ganaba 3 a 0 al descendido Ajaccio, afloró el fútbol de la pareja franco-argentina. El gol se originó en los pies de Danilo Pereira, quien con un cambio de frente implacable encontró a Mbappé. El goleador de la Ligue 1 aguantó la pelota y engañó a su marcador para meterle el pase filtrado al máximo asistidor del torneo (con 16), quien con su zurda mágica conquistó su 16° tanto en 31 partidos.
Enfrente, sin embargo, estaba un rival comprometido, que sabía que solo un gol (el del empate) le permitía asegurar su permanencia en la Ligue 1 en una fecha que se jugó en simultáneo en Francia (Lyon 3 – Reims 0, Montpellier 2 – Niza 3, Rennes 2 – Monaco 0, Toulouse 1 – Auxerre 1, Marsella 1 – Stade Brestois, Angers 2 – Troyes 1, Clermont 2 – Lorient 0 y Lille 2 – Nantes 1). Y lo fue a buscar con un ex PSG como Kevin Gameiro, quien capturó un rebote del arquero italiano Donnarumma a un remate inicial de Sanson y definió a la red pese al intento desesperado de Danilo de sacar la pelota en la línea sin éxito.
Con diez minutos por jugarse, no había motivos para arriesgar un 1-1 tan conveniente para ambos. Por eso Christophe Galtier no dudó en agitar sus brazos a los 89 minutos y gritarles a sus dirigidos «ya está». La orden fue rápidamente captada por un grupo que movía la pelota intrascendente de un lado al otro del campo frente a un Racing de Estrasburgo estático porque con 40 puntos dejaba atrás el fantasma contra el que Auxerre (35) y Nantes (33) pelearán en la última fecha y al que no le pudieron escapar Troyes, Ajaccio y Angers.
¡¡MESSI Y EL GOL DEL TÍTULO!! El argentino recibió de Mbappé y marcó el 1-0 del PSG vs. Estrasburgo en la #Ligue1. Una definición de CAMPEÓN DEL MUNDO.
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— SportsCenter (@SC_ESPN) May 27, 2023
En el vestuario del Stade de la Meinau la escena no se pareció a la del Lusail. Mientras sus compañeros agitaban champagne, Messi se cambiaba tranquilo en un rincón y se sacaba alguna que otra foto, como la pedida por el juvenil de 17 años Serif Nhaga. El hombre sentado en ese banco de madera que se vio en la imagen que circuló en las redes sociales consiguió ayer su cuadragésimo segundo título, lo que lo mantiene como el argentino más ganador de la historia, con 10 trofeos de diferencia sobre Ángel Di María.
Además, el delantero argentino quedó a sólo un título de igualar al brasileño Dani Alves, el jugador con más títulos en la historia, quien acumuló 43 en su carrera y desde enero pasa sus días en una cárcel de Barcelona. Algunas recopilaciones, sin el rigor correspondiente y hasta en contradicción de parámetros, consideran que Messi llegó a los 43 títulos, ya que le suman la Supercopa de España de 2005. Pero Leo no participó de ninguna de las dos convocatorias, una por estar en enfermo y la otra por decisión del entrenador holandés Frank Rijkaard.
Su tercera vuelta olímpica con el París Saint Germain, que festejará en París contra Clermont el sábado que viene, cuando Messi salga por última vez a un Parque de los Príncipes dividido entre detractores y fanáticos, llegó cinco meses después de la quinta estrella sumada con Argentina (Mundial 2022, Finalissima 2022, Copa América 2021, Mundial Sub 20 2005 y Medalla de Oro de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008).
Sus otros 34 títulos los consiguió en Barcelona, el lugar al que podría volver dos años después de aquel día en el que lloró en la sala de prensa del Camp Nou por una despedida que no imaginaba ni quería vivir. En Cataluña lo esperan pero nada está definido todavía. Lo único palpable es lo que ocurrirá en seis días, en su último partido en el PSG. Lo otro, como el rumor que lo ubica en Manchester United, es pura especulación.
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