Por Roberto Ibarguren Zorreguieta*
Este contenido titular se torna interesante discernir, conforme lo publicado por The Economist el 13 de Abril de 2023, aludiendo a los nuevos contactos diplomáticos de la Unión Europea y alguno de sus países miembro, con China, y los posibles efectos consecuentes derivados de las estrategias vinculantes con dichos propósitos.
Así, el Presidente Francés Emannuel Macron, inusitadamente apareció compartiendo la ceremonia del té en Guanzhou, Capital de la Provincia de Guandong, en China con el Presidente Xi Jinping, el 7 de Abril pasado, mientras al día siguiente, 8 de Abril, no casualmente buques y aviones de guerra de ese país simulaban ataques contra la isla de Taiwan, conmocionando a Occidente con un riesgo de conflicto armado que podría sumergir a la región en un verdadero cataclismo multilateral, con la posible intervención de los EEUU, en un marco enormemente ramificado a la ya actual guerra en Ucrania, que afectaría a la totalidad de Europa.
En nuestro planeta, con referencia a las confrontaciones entre las superpotencias, la diplomacia expresada debiera medirse con sumo y extremo cuidado. Ello, respecto a la declaración sobre Taiwan del Presidente Macron, lo que constituyó un gravísimo error diplomático, pese a su elevada experiencia política, al afirmar que no eran asuntos del Continente “verse envuelto en crisis que no son nuestras”, destacando que por su “autonomía política”, Europa no debe seguir a los EEUU en una crisis como la de Taiwan, que desequilibra el criterio occidental vigente sobre la estabilidad de la convivencia mundial.
Su visita a Pekin era inteligente, entendiéndose que Europa conduce su política hacia China muy a pesar de lo dificultoso de ello actualmente. El yerro de Macron floreó a Xi Jinping proyectando elementos para una posible división europea americana. Al mismo tiempo la dificultad política de demostrar una absoluta unidad europea frente a la posición de China sobre Taiwan, puso incómoda posiblemente a Ursula von der Leyen, Jefa de la Comisión Europea que lo acompañaba en esa misión. Ello, abre consideración sobre este espinoso asunto en el viejo continente.
El momentum actual de las potencias democráticas, en el que deben demostrar esfuerzos muy coordinados en asuntos tan sensibles, fue perjudicado entonces severamente, pues no alcanzó a demostrar la no dependencia europea de las políticas dictadas por Washington, por un lado, así como su indiscutible necesidad de aplicación de políticas propias por el otro.
También la afirmación de Macron, sumergió en dudas virtualmente el apoyo occidental aliado conjunto a Taiwan, ya que como es cierto, la diplomacia por si misma no reduce un posible inminente riesgo de guerra. Máximo debido a que Francia posee bases en el Indo-Pacifico con fuerte contribución militar, mucho mayores que la de cualquier otra nación de la Unión Europea.
Lo real en el mundo de hoy, es que Taiwan sí constituye un problema de Europa, porque sencillamente implica un serio conflicto de política mundial actual. Además, contenidos de declaraciones en la materia, son ciertamente discutibles, pero única y exclusivamente a puertas cerradas y nunca en declaraciones públicas.
El hecho, asimismo erosiona el esfuerzo de los EEUU en su apoyo total a Ucrania, complicado por las criticas paralelas de los fondos que debe destinar a esa guerra sin opción alguna. Taiwan representa hoy en día nada menos que el principio de estabilidad y respeto del futuro equilibrio del poder mundial incluyendo las libertades democráticas, las tecnologías avanzadas y el comercio libre en todo el planeta. Desconocer esta premisa, promete la amenaza y concreción de un inicio asegurado de una supremacía china dominante y absoluta para toda la humanidad en lo sucesivo.
Concluyendo este análisis, en rigor de verdad Macron en definitiva, no obstante, ha dejado planteado en esa instancia una necesaria y aparente posición económica de Francia y Europa para negociar independientemente con China, y gran parte de sus potencialidades comerciales debido a la inmensidad de la demanda y permanente necesidad de ese país. Al mismo tiempo en este caso, la Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbosk, invitada por el Ministro de Relaciones Exteriores de China Qin Gang, entre el 13 y 15 de Abril de 2023 , conjuntamente con Josep Borrell, Alto Representante de Relaciones Exteriores y Política de Seguridad, dialogaron sobre estrategias de alto nivel económico entre la UE, Alemania y China. Ello no obstó para que la Ministro Baerbosk, no dejara de prevenir al Ministro Gang, sobre el ineludible cuidado que China debiera conducirse con Occidente respecto a los principios vigentes de democracia, libre determinación de los pueblos, y respeto a las etnias, como principio elemental para un buen mantenimiento de las relaciones.
*El autor es exProfesor e Investigador Asociado, Universidades Nacional de La Plata, y Católica de Salta, Graduado en las Universidades de Cuyo y de Córdoba.
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