Con aval del ministro, buscan acuerdos por trimestre y beneficios adicionales que estiran el aumento real enmascarando que «no corre más» la pauta de 60% anual.
Acuerdos de corto plazo, compensaciones por descuentos del impuesto a las Ganancias, bonos no remunerativos y pagos especiales, y hasta suplementos extrasalariales. La lista de recursos es amplia para el objetivo de los gremios de la CGT, donde comulgan kirchneristas con históricos caciques sindicales, de estirar el porcentaje real de los aumentos salariales acordados en paritarias, enmascarando el hecho concreto de que ya no ven viable comprometerse con la pauta del 60% anual imaginada por Sergio Massa.
La inflación acumulada en el primer bimestre del año y la perspectiva de que será de imposible cumplimiento su propia promesa de llegar a abril con una suba de precios de 4% en promedio no le deja margen de maniobra al ministro de Economía, que termina por validar los atajos que promueven los sindicalistas para acrecentar los aumentos de bolsillo más allá de los porcentajes que se difunden formalmente.
La definición de la paritaria bancaria el último viernes constituyó un buen ejemplo, aunque no el único: Massa participó activamente de las negociaciones y habilitó la incorporación de una inédita compensación por los descuentos en Ganancias que, junto a otros pagos adicionales, eleva la suba real para los bancarios del 32,5% hasta un 40% por un acuerdo de cinco meses. En mayo el sector se sentará a discutir un nuevo aumento.
En la cúpula de la CGT, dominada por los «gordos» (grandes gremios de servicios), los «independientes» (UPCN, UOCRA y Obras Sanitarias) y el barrionuevismo, ya le bajaron el pulgar al techo de 60% para todo el año (o dos acuerdos semestrales con subas de 30%) pretendido por el ministro.
«No se pueden establecer esos números cuando no se está dando claramente una baja de la inflación. Hay que volver a analizar», aseguró el fin de semana el número dos de la central obrera, Andrés Rodríguez, al portal Infobae.
La declaración del jefe de UPCN blanqueó una posición coincidente en la conducción de la entidad sindical. Para los dirigentes ya no es posible comprometerse con una suba semestral de 30% y mucho menos con un 60% anual. «Esa pauta no corre más», repiten.
Pero, cuidadosos de las formas, ninguno apostará a romper lanzas con Massa. Ya imaginan alternativas para alargar los aumentos en línea con la inflación, «maquillando» el alineamiento real con el plan del ministro.
Acuerdo trimestral con piso de 20%
En ese esquema sobresale la estrategia de encarar las negociaciones de sus respectivas actividades con acuerdos de corto plazo. «A lo sumo tres meses. Llegar hasta junio y después se verá», sostienen. La propuesta contempla un aumento promedio de entre 20% y 22% para el trimestre, lo que estiman terminará acumulando la inflación en el período enero-marzo.
La conducción de la UOM, el principal gremio del sector industrial que comanda el dirigente K Abel Furlán, picó en punta con ese plan. La semana pasada propuso a las cámaras empresarias de la actividad avanzar en un entendimiento que contemple dos aumentos trimestrales de 20% cada uno en base a la proyección de la inflación estimada por el REM que releva el Banco Central.
Tras escuchar el planteo algunos empresarios sondearon el ánimo sindical para distribuir mensualmente el porcentaje de incremento, lo que abre la puerta a un esquema de indexación mensual de los salarios. La discusión continuará esta semana.
Las negociaciones por delante
En los próximos días arrancará la etapa más importante de la ronda de paritarias por el inicio de las discusiones en las actividades más numerosas. Comercio, construcción, sanidad, industria de la alimentación, de la carne, lácteos, petroleros, estaciones de servicios, textiles, Luz y Fuerza, seguros y varios gremios del transporte.
En ese marco, y más allá de la estrategia general de acuerdos cortos, los sindicatos que representan a trabajadores con salarios por encima del promedio -como el caso de los del transporte- buscarán incorporar a sus respectivos entendimientos el mismo beneficio que alcanzaron los bancarios con la compensación por los descuentos en Ganancias, de manera de estirar el aumento de bolsillo.
A su vez, el resto de los gremios que está fuera del alcance de ese impuesto intentará amplificar sus incrementos reales con mejoras de algunos adicionales, pago de bonos/premios, suplementos no remunerativos o beneficios extrasalariales. «Nadie va a firmar por debajo de la inflación. De mínima vamos a asegurar eso y si podemos algunos puntos más», le dijo a este diario uno de los poderosos caciques de la CGT que ya se alista para iniciar sus negociaciones.
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