El Frente de Todos pretendía debatir proyectos después de la sesión preparatoria de este jueves. Finalmente no trataron ninguno de los temas propuestos por el Presidente.La división del interbloque del Frente de Todos configuró un nuevo Senado y el primer efecto ya quedó a la vista con la caída de la única sesión en la que el oficialismo pretendía llevar a cabo este jueves. Así, la Cámara Alta termina el período de sesiones extraordinarias sin haber tratado ninguno de los casi 30 temas que propuso el Presidente, por segundo año consecutivo.
El martes a la noche el interbloque del Frente de Todos se reunió para chequear que todos estuvieran a tiro para sesionar este jueves, después de la preparatoria para ratificar autoridades.
De ese encuentro salió la confirmación de que habría una sesión acotada, para convertir en ley el proyecto Lucio y darle aval a pliegos judiciales y militares enviados por Alberto Fernández. Sabían que el proyecto de Alcohol Cero generaba diferencias con los legisladores de las provincias vitivinícolas, por eso lo iban a dejar afuera del listado, pero todavía no imaginaban la rebelión interna que se avecinaba.
El miércoles, cuando la ruptura en el bloque tomaba cada vez más fuerza, la convocatoria a la sesión se demoraba. «Hay problemas con los vuelos», señalaban algunos intentando camuflar los conflictos de fondo. Cuando los cuatro legisladores del Frente de Todos anunciaron la formación del nuevo bloque Unidad Federal, la sesión quedó oficialmente en el olvido.
La reunión preparatoria de este jueves, que duró poco más de 10 minutos, logró llevarse a cabo porque al ser un trámite institucional, donde no había proyectos para debatir, todas las bancadas dieron quórum.
Como contó Clarín, ya la idea de sesión se veía complicada por las internas dentro del propio oficialismo y las actividades de campaña en la que varios legisladores ya están inmersos.
Ni siquiera hubo reuniones de comisión durante enero y febrero en el Senado. «Tienen los números, ellos sabrán por qué no los juntan para tratar los temas. Tampoco puede sorprendernos cuando el diálogo está quebrado en el propio gobierno al punto que el ministro de Interior no se habla con el Presidente», había dicho a Clarín el senador radical Luis Naidenoff, días atrás.
La situación contrasta con la Cámara de Diputados donde el Frente de Todos tiene una situación más complicada – porque están mucho más alejados del quórum- pero reunió a comisiones, incluida la de Juicio Político, y llamó a una sesión para el martes próximo para buscar aprobar la moratoria previsional.
En el Senado, hasta este miércoles, el FdT tenía un interbloque de 35 legisladores. Necesitaba asistencia perfecta de los propios y 2 legisladores aliados más para alcanzar el quórum de 37. Para eso recurría a senadores fieles: el rionegrino Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari Quintana y la riojana Clara Vega. El margen de error era mínimo.
Pero ahora la situación se complicó aún más porque el FdT quedó con 31 y necesita sí o sí que parte de Juntos por el Cambio o flamante Bloque Unidad Federal los acompañe.
La nueva bancada, presidida por Guillermo Snopek, ya adelantó que decidirá su acompañamiento a las sesiones dependiendo de la agenda que proponga el oficialismo y de si se tienen en cuenta sus proyectos, como los de tarifas y subsidios al transporte.
Juntos por el Cambio había anunciado que no daría quórum, en ninguna de las dos cámaras mientras dure el juicio político contra los jueces de la Corte Suprema en Diputados. Sin embargo, como ese proceso viene para largo, a partir de marzo cambiarán de estrategia.
Los platos rotos lo pagan los proyectos de ley. Dentro del temario de extraordinarias Alberto Fernández incluyó varios temas que debían ser tratados en la Cámara Alta. Algunos incluso se hubiesen convertido en ley si los votaba el Senado, porque ya tienen media sanción de Diputados. Entre ellos, la Ley de Alcohol Cero y la «Ley Lucio».
La Ley Lucio, de hecho, no figuraba en el temario original y a pedido de la presidenta de Diputados, Cecilia Moreau, el Presidente sacó un decreto de ampliación para sumarla.
También estaban listos para votarse el proyecto que crea un Sistema Nacional de Residencias del Equipo de Salud y otro sobre una modificación a la Ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica.
En el listado incluso figuraba la designación del Procurador. Fernández envió al Senado el pliego de su candidato, el juez Daniel Rafecas, en marzo de 2020 y nunca avanzó. No solo porque para aprobarlo el oficialismo necesita dos tercios de los votos -es decir sí o sí el aval de al menos una parte de Juntos por el Cambio- sino también porque el kirchnerismo ni siquiera abrió el debate en la comisión de Acuerdos, presidida por la camporista Anabel Fernández Sagasti.
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