El proyecto es ambicioso y una de las principales banderas del presidente Luis Lacalle Pou.A poco tiempo del inicio de clases, Uruguay se prepara para la implementación de un nuevo plan de enseñanza en todos los niveles educativos, desde los primeros pasos hasta el egreso hacia una carrera universitaria. El proyecto es ambicioso y una de las principales banderas del presidente Luis Lacalle Pou, al frente de una coalición de varios partidos.
En estos días, docentes de todo el país trabajan en el proceso de transformación educativa y en el nuevo Reglamento de Evaluación del Estudiante (REDE), que cambia la forma de considerar la evolución de cada alumno y la escala de notas para adjudicar. Mantiene la repitencia en casos en que los docentes consideren que el alumno no está para avanzar de grado.
El sistema apuntala el acompañamiento a los alumnos para procurar el mejor desarrollo en los diversos niveles del nuevo sistema de educación básica integrada.
La reforma fue impulsada por el presidente y su ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira. El diseño y desarrollo de planes estuvo liderado por el docente Rober Silva, que preside el ente Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
Los sindicatos de maestros, de profesores de secundaria y de otros trabajadores de la enseñanza rechazan las reformas, y organizan movilizaciones y medidas que buscan evitar la aplicación del plan. La central sindical recibió el planteo de estos gremios para que todos los sindicatos cooperen en “la lucha” contra la reforma. también para la marcha de mujeres del 8 de marzo, maestras y profesoras preparan consignas de rechazo.
La nueva escala de notas prescinde de aquellas expresiones de “sobresaliente”, “muy bueno”, “bueno”, “regular” y “deficiente”, en todas sus variantes. Y queda una escala de números como se usaba en los liceos.
El régimen de evaluación comprende tres áreas de educación: inicial y primaria; secundaria y técnico profesional.
Hasta ahora, Uruguay tenía un nivel de inicial para niños de 3, 4 y 5 años, lo que se conocía como “preescolar” y no tenía notas.
Luego venía la primaria, de 1º a 6º año, y después la posibilidad de seguir en liceos de secundaria o en centros de técnico-profesional (UTU), que incluían “enseñanza media” y “bachilleratos” en otros seis grados.
Ahora, se pasa al régimen de Educación Básica Integrada (EBI) que comprende la inicial, de 3 a 5 años, más un sistema de 1º a 9º grado, para luego dar paso a los tres años de bachillerato.
“El ciclo educativo es una unidad de tiempo que toma en cuenta las características del desarrollo cognitivo, socioemocional integral de los estudiantes, y responde a su vez al propósito de favorecer el proceso de aprendizaje”, dice el documento a docentes.
Para aclarar dudas a docentes y a padres de alumnos, hay guías con preguntas y respuestas.
-Con la transformación educativa, ¿desaparece la repitencia de cursos, como dijo el director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni?
-La repitencia no desaparece, se amplía el tiempo de evaluación, por lo que podrán no promocionar en segundo, cuarto y sexto de escuela básica; octavo y noveno de secundaria, y UTU.
Eso implica que los escolares de primer grado tendrán pase directo a segundo, pero para seguir a tercero debe tener calificación de aceptable, sino deben repetir el año. En tercer grado y en quinto, también tienen el pasaje asegurado, pero en cuarto y sexto deben llegar a la nota mínima aceptada para lograr el pase de grado.
-Con la transformación educativa, ¿ya no importan las faltas a clase, ya no se controlan inasistencias y no se repite por faltas?
-Las faltas se controlan y el estudiante puede repetir por faltas si no alcanza los mínimos exigidos. Asistir a clases es fundamental.
En la nueva escala de notas, la franja baja es la de “avance mínimo” (notas 1 y 2), que implican que “el desempeño del estudiante evidencia dificultades para avanzar en los logros propuestos en la unidad curricular”.
La franja siguiente es la de “avance escaso”, con notas 3 y 4, que significan que “el desempeño del estudiante evidencia logros reducidos al abordar contenidos básicos y activar procesos cognitivos simples”.
Luego viene “avance moderado”, con notas 5 y 6, que es para casos en que se “evidencia logros solamente al abordar contenidos básicos y activar procesos cognitivos simples”.
En “avance significativo” hay notas 7 y 8 para casos en que “el estudiante activa procesos cognitivos al abordar los contenidos programáticos establecidos y logra desempeños parciales de los descritos en los criterios de logro correspondientes”.
La franja superior es la de “avance destacado”, que indica que el alumno “activa procesos cognitivos complejos al abordar los contenidos programáticos establecidos y logra los desempeños descritos en los criterios de logro correspondientes”.
En Italia
En Italia existe la escuela secundaria de primer grado, que dura un trienio y es para los alumnos de entre 11 y 14 años; y la escuela secundaria de segundo grado, que dura un quinquenio y es para estudiantes de entre 14 y 19 años que concluyeron positivamente el primer ciclo de instrucción, quienes pueden optar por anotarse en liceos (de diversas orientaciones), en institutos técnicos o institutos profesionales.
Por lo general, en un liceo de orientación clásica, en el que hay unas 12 materias, los alumnos pueden llevarse a septiembre un máximo de tres. De tener insuficiencia (notas menores al 6) en más de tres materias, el alumno debe repetir el año.
Con la colaboración de Elisabetta Piqué, corresponsal en Italia
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