«Hoy la cisterna de Villa Güemes volvió a amanecer en cero, lo que imposibilitó realizar algún tipo de maniobra para dar agua siquiera por turnos al cuadrante centro de Tartagal, que son alrededor de 9.000 familias, y prácticamente a todo General Mosconi, salvo el sector de Recaredo, en la parte alta de la localidad, que se abastece desde el El Aguay, al igual que Campamento Vespucio y Coronel Cornejo», resumió en la tarde de ayer el titular del Ente Regulador de Servicios Públicos (Enresp), Carlos Saravia, quien encabeza el Comité de Emergencia Hídrica que se conformó en noviembre para coordinar las asistencias en el departamento San Martín.
«La situación es realmente comprometida, porque el río Caraparí quedó nuevamente sin caudales, se agotaron las reservas del dique Itiyuro y la toma del sistema se encuentra inoperable», puntualizó Saravia, desde el norte, donde los pozos que sostienen la distribución de agua están siendo exigidos a más no poder. Es que la planta potabilizadora del rÍo Tartagal, otro pilar de la asistencia crítica, también acusa por estos días el impacto de la bajante extraordinaria que presentan todos los cursos con cauces tributarios en Bolivia, las serranías de Santa Victoria, las sierras de Tartagal y Alto de Macueta
Para los próximos días las perspectivas meteorológicas son poco alentadoras en las áreas tributarias de los cursos de los que aún depende, de modo determinante, el abastecimiento de agua de Tartagal, Mosconi y Aguaray. «No hay pronósticos de lluvias y la situación tiende a agravarse», remarcó Saravia, quien en los últimos días se encontró con un dramático escenario en Aguaray. Al respecto, explicó que en esa localidad la asistencia que coordina el Comité de Emergencia Hídrica hoy tiene un esquema distinto al de Tartagal y Mosconi, porque los vecinos aceptaron que el agua sea descargada en tinacos de 1.000 litros, desde los cuales se abastecen con bidones más chicos, en procura de que el vital recurso llegue a una mayor cantidad de hogares afectados por la emergencia para cubrir consumos prioritarios.
En Tartagal y Mosconi los camiones cisterna siguen repartiendo el agua con el esquema usual. Ante el agravamiento de la crisis, el abastecimiento alternativo en camiones se vio superado en los últimos días por la demanda de asistencias. «Estamos avanzando con las empresas en una reformulación de contratos para tener horas extra en la prestación. Tenemos que hablar también con los estamentos de comerciantes para atenderlos en horarios extraordinarios, porque las horas de la distribución alternativa no alcanzan», adelantó el presidente del Enresp.
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