René. David. José. Mary. Coca. Sergio. Liliana. Y miles de nombres más. Todos se leen sobre un sinfín de piedras colocadas en Casa Rosada como homenaje a los muertos por la pandemia de covid-19.
Lo que desencadenó el enojo de familiares, amigos y conocidos de las víctimas fue la palabra de la funcionaria del Gobierno nacional durante una recorrida por la Casa Rosada junto a la ministra de Igualdad española, Irene Montero.
«La derecha ha puesto sus piedras recordando a los muertos por covid», ironizó Cerruti al hacer referencia al monumento a los muertos por coronavirus.
Y los familiares de los muertos no dejaron pasar la descalificación de la vocera presidencial. «Sólo pido respeto ante tanto dolor», exclamó Natalia Berti, una ciudadana rosarina que perdió su madre, Liliana, el 22 de diciembre de 2020.
«Los dichos de Cerruti lastiman mucho. Las heridas no sanaron. Cada piedra representaba a cada argentino que no pudo ser cuidado ni ser velado y enterrado», le contó a Clarín.
Acusó a Cerruti de tener «poca memoria» y remarcó: «Nosotros estábamos encerrados y ellos festejaban. Violaron cada uno de los DNU. Espero que pida perdón por sus dichos. No guardo rencor, óolo un gran dolor».
«No pude besar a mi madre por última vez ni tirar un puñado de tierra en su ataúd. Ni siquiera sé si la persona que ocupa su parcela es ella. La piedra representa su alma. Sólo pido respeto ante tanto dolor», concluyó visiblemente angustiada.
En redes sociales, también hubo quienes le recordaron a Cerruti que durante la pandemia el oficialismo armó un vacunatorio VIP y organizó fiestas en la Quinta de Olivos cuando estaba prohibido. «Tuvimos que poner piedras para homenajear a nuestros muertos porque ustedes, ‘la izquierda’, nos negaron la despedida… mientras hacían fiestas en Olivos», exclamó Laura, otra usuaria de Twitter.
Tal fue la repercusión y la magnitud que el hashtag «Renunciá Cerruti» se transformó en la primera tendencia de la red social en la Argentina.
«Mi Rubia lo reclama», soltó Horacio, que acompañó el mensaje con la dolorosa imagen de una piedra que llevaba los colores de la bandera argentina y el nombre Lidia junto al signo de duelo. Una herida que no deja de sanar. «Hay mucho dolor y muerte. Dejen de tirar de la cuerda», expresó.
Desde el arco opositor también salieron a manifestar su rechazo. El diputado radical Mario Negri habló de «falta de respeto», al igual que la legisladora de Juntos por el Cambio, María Eugenia Vidal, que acusó al Gobierno de no tener «límites políticos ni morales».
Las piedras por el covid-19 fueron colocadas por familiares de los muertos durante las «marchas de las piedras» que organizaron el año pasado para cuestionar al Gobierno por la mala gestión de la pandemia que incluyó el retraso en la compra de vacunas Pfizer y las fiestas en Olivos durante la cuarentena estricta con la presencia de Alberto Fernández, Fabiola Yañez y sus amigos, entre otros motivos.
La primera marcha con piedras fue el 16 de agosto de 2021. Tras colocarlas en la Plaza de Mayo, el Gobierno las retiró del lugar y hubo fuertes críticas. Luego dijeron que las iban a ubicar dentro de la Casa Rosada como forma de homenaje. El 4 de septiembre del año pasado, en una segunda marcha de las piedras, volvieron a colocarlas junto a fotos de los fallecidos.
Hoy permanecen custodiadas por vallas y una protección de acrílico ya que el 17 de octubre de 2021, el Día de la Lealtad peronista, un grupo de manifestantes vandalizó el homenaje.
La frase de Cerruti
La vocera se lo dijo a la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, que estaba de visita en la Casa Rosada.
El episodio que dejó en el centro de la polémica a Cerruti ocurrió el miércoles, antes de viajar a Paris junto al Presidente, durante una visita de la ministra de Igualdad de España, Irene Montero.
La propia vocera subió el video a sus redes sociales con la frase. «Ahí lo que tenemos ahora son… después del Covid la derecha ha puesto sus piedras recordando a los muertos del covid», le dijo mientras desde uno de los salones de la Casa Rosada le mostraba la Plaza de Mayo a la ministra.
Incluso, aprovechó la situación para cuestionar a la gestión porteña, a la que acusó de cercar la fuente de la Plaza para evitar que los militantes peronistas mojen sus pies. «Esas son las famosas fuentes, donde metían las patas en la fuente. En el medio está la pirámide con una fuente alrededor que el Gobierno de la Ciudad ha cercado para que no metamos las patas».
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