“Si tienen suerte van a poder subir y van a ir hacinados. Ellos me decían que no hay respeto por los adultos, por los discapacitados, por las mujeres embarazadas, que no se respetaba la norma. En base a eso y más allá de las competencias que se habían delegado de los municipios cuando se creó la AMT, planteábamos que debíamos dar algún tipo de respuesta”, continuó.
En un tono más severo, apuntó: “Los vecinos reclaman a los concejales, al municipio y debemos darle una respuesta. Es por esto que planteamos modificar la ordenanza en el artículo 44 ampliando los asientos reservados para las personas que tienen algún tipo de dificultad, pero además señalábamos que deben estar perfectamente señalados”.
La siguiente en tomar la palabra fue la concejal Paula Benavides, de Salta Independiente, quien aseguró: “El proyecto se debatió ampliamente en la comisión de legislación, fui una de las que no quiso firmar el dictamen pero no por la problemática de fondo. Quiero felicitar a la concejal autora, se detectó una necesidad y se buscó legislar”.
“Sin embargo, la discusión que se armó, invita a un debate mucho más amplio de si queres recuperar la competencia de legislar en esta materia. Entiendo y acompaño la vuelta a comisión de esta ley porque se debe dar en un debate más amplió, pero no legislar en el vacío de una ordenanza que no va a ser de aplicación en una competencia que ya hemos delegado”, enfatizó.
Antes de aprobarse la vuelta a comisión, José Gauffín sentenció: “Es el reclamo de mucha gente que se sube al colectivo y que se hacen los distraídos para no ceder el asiento. Parece que hay que hacer una norma para la gentileza”.
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