La víctima tenía 17 años, salían del establecimiento escolar en Aguaray y se dirigían a un motel de Tartagal.La denuncia se radicó en 2018 y todavía la Justicia sigue haciendo la vista gorda. El acusado continúa dando clases.
Cerca de 35 kilómetros recorrieron durante varios meses un docente y su alumna, desde la Escuela Técnica 3120 de Aguaray hasta un hotel alojamiento en Tartagal. Durante ese tiempo el profesor mantuvo relaciones sexuales con una adolescente, hasta que ella dijo basta. Fue justamente en el mismo motel que frecuentaban donde la víctima un día quiso resistirse pero no pudo frenar al educador, quien la terminó violando. En 2018 el padre de la alumna denunció al profesor y hasta el momento la Justicia sigue sin reaccionar.
Un año y tres meses tuvieron que pasar para que el expediente volviera a moverse de los cajones judiciales. En mayo del 2021 la Fiscalía penal interviniente solicitó la elevación a juicio de la causa y recién el 9 del corriente mes el Juzgado de Garantías 2, a cargo de Héctor Mariscal Astigueta, corrió vista a la parte querellante para que en el curso de seis días presentara la acusación correspondiente.
De acuerdo a lo investigado y lo elaborado a través de la representante legal de la familia de la víctima, el docente M. J. A., fue acusado por la querella de abuso sexual simple agravado por estar encargado de la educación y abuso sexual con acceso carnal. En tanto que la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual, representada por la doctora Lorena Martínez, acusó al profesor de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual simple. Expediente que la fiscal tuvo que rehacer prácticamente, dado que el investigador inicial, el fiscal Armando Cazón, dijo haberlo extraviado.
La mujer, que en el momento de los hechos era menor de edad, entre julio de 2016 y abril de 2017, contó que siendo alumna del docente imputado, él la hacía quedar después de clases y esperaba a que todos se retiraran para tocar sus partes íntimas.
El presunto abusador actuó de manera sigilosa, observando a la adolescente para luego acercarse a ella a través de mensajes. Una noche, mientras ella compartía con amigos, el profesor le consultó si se podían ver y ella aceptó. Se trasladó hasta Aguaray para luego volverse a Tartagal y empezar a pernoctar en un motel. El imputado ganó la confianza de su víctima y a la vez su silencio.
Se dejaron de ver luego de que los padres de la estudiante se enteraron. El hombre, padre de la joven, radicó la denuncia, habló con las autoridades de la escuela y se reunieron con el acusado, quien en ese momento negó las acusaciones en su contra. Sin embargo, el imputado confesó lo ocurrido a través de mensajes de Whatsapp, según el denunciante.
Al cabo de algunos meses sin verse, la víctima contó que el profesor volvió a invitarla y se trasladaron hasta el motel de Tartagal. Fue el momento del horror para ella. El denunciado abusó carnalmente de la joven, de 17 años, a pesar de que se había negado en varias oportunidades.
Frente al temor, la víctima se paralizó. Durante todo ese tiempo el acusado se valió de su rol de educador para seducir a la víctima y tener relaciones sexuales, aún sin el consentimiento de la alumna.
Frente al calvario sufrido y ante las miradas, la adolescente y su familia tuvieron que mudarse de Aguaray para comenzar de nuevo. Se trasladaron y se quedaron en un barrio de Salta capital, donde la adolescente terminó la secundaria.
Ahora, tras las presentaciones realizadas al Juzgado de Garantías 2, el juez correrá vista de la causa a la defensa técnica del acusado, quien podría oponerse o no, y deberá ser el juez quien haga lugar o no ante lo solicitado por el o los defensores. Otro aberrante caso de abuso sexual que involucra a un docente con una adolescente en el norte provincial y expone la irregularidad de un sistema judicial cada vez más cuestionado en la provincia. Un año y tres meses pasaron para que recién el juez Astigueta le corra vista a la querella de la solicitud de elevación a juicio de la causa impulsada por la Fiscalía. ¿Por qué se dilató por tanto tiempo? En el medio, se supo que el imputado tiene un familiar que es oficial de Justicia en Tartagal. Por otra parte, tanto el establecimiento escolar donde el imputado habría tocado a la víctima como el Ministerio de Educación de la Provincia estaban al tanto de lo ocurrido y no hicieron nada. A tal punto que M.J.A. sigue en contacto con alumnos.
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