La mujer reconoció que el joven podía ser agresivo, y aseguró que no sabía que había comprado armas.
La madre del joven de 18 años que mató a 21 personas en una escuela primaria de Uvalde, en el estado estadounidense de Texas, antes de ser abatido por la policía, dijo que su hijo «no era un monstruo», pero que podía «ser agresivo».
«A veces tuve una sensación de incomodidad, como de ‘¿Qué estás haciendo?'», dijo Adriana Reyes en una entrevista con el corresponsal nacional jefe de ABC News, Matt Gutman. «Podía ser agresivo… Si realmente se enfadaba», agregó la mujer.
El hijo de Reyes, Salvador Ramos, compró dos rifles de asalto en los días posteriores a su cumpleaños y los usó el martes último para llevar a cabo el segundo tiroteo escolar más mortífero en la historia de Estados Unidos, todo en un lapso de ocho días, dijeron las autoridades.
Veintiún personas murieron en el ataque a la escuela primaria Robb. Diecinueve de ellos eran nenes de tercer y cuarto grado, mientras que las otras dos víctimas eran maestras de la escuela.
Otras 17 personas sufrieron heridas, entre ellas tres oficiales de las fuerzas de seguridad. La abuela de Salvador, que según la policía fue su primera víctima, se encuentra hospitalizada en condición estable.
“Todos tenemos algún momento de rabia, algunas personas más que otras”, dijo la madre del tirador durante la entrevista.
Reyes manifestó su solidaridad con los niños que fueron asesinados y con sus padres en varias ocasiones durante la entrevista, y recalcó que no estaba al tanto de que su hijo había comprado las armas.
«Esos niños… no tengo palabras”, dijo Reyes, con la voz entrecortada por el llanto. “No se que decir acerca de esos pobres niños”, balbuceó.
Algunos compañeros de clase de Santiago contaron a ABC News que Ramos era conocido por pelear con otros estudiantes y amenazarlos. También mencionaron que en los últimos dos años exhibió un comportamiento cada vez más perturbador, amenazando al menos a un compañero de clase y acosando a otros, y que afirmó haberse causado heridas en la cara cortándose él mismo.
Ramos está acusado de dispararle a su abuela en su hogar en Uvalde antes de manejar el auto de su abuelo hasta la Escuela Primaria Robb. Chocó contra un muro cerca de la escuela, bajó del auto con un fusil semiautomático tipo AR-15, y le disparó a dos personas que se encontraban afuera de una casa funeraria cercana, quienes resultaron ilesas.
Después intercambió disparos con un agente de seguridad del distrito escolar, corrió hacia el interior y abrió fuego contra dos agentes de la policía de Uvalde que llegaban al lugar y se encontraban afuera del edificio. Todos los policías resultaron heridos.
Posteriormente, Ramos se dirigió a dos aulas contiguas. «Ahí fue donde comenzó la carnicería», dijo Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
La policía llegó al lugar de la matanza en respuesta a un informe de un vehículo accidentado.Al escuchar disparos provenientes de la escuela, corrieron adentro y fueron atacados a balazos. Algunos policías comenzaron a romper ventanas y a evacuar a niños y maestros.
Finalmente, unos 30 minutos después de que Ramos ingresara a la escuela, uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza le disparó y lo mató.
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