En una nueva ofensiva de Rusia contra Ucrania, confirmaron ocho muertes, aunque podrían ser más.
Cuando suenan las alarmas y se encienden los estados de alerta, una cierta resignación se apodera de las personas que habitan Kiev. Se tiene certeza de lo inevitable: en cuestión de segundos o de minutos un misil va a caer en algún lugar, pero nadie puede saber dónde. En la noche del domingo, después de que sonaran las sirenas, las bombas comenzaron a estallar de modo incesante en el distrito de Podilsky, a 13 km de donde se mantiene apostado el equipo en cobertura de Clarín.
El shopping Retroville, ubicado en una zona residencial, un área de ocio de los habitantes del Gran Kiev, se convirtió en blanco de un nuevo bombardeo ruso y fue prácticamente borrado del mapa. Un video de cámara de seguridad ofrece la hora exacta de la explosión: 22.46. Todo lo que sigue son las imágenes de un verdadero desastre. Hierros retorcidos, fuego, heridos, bomberos desesperados. En la mañana del lunes se habían confirmado ocho víctimas fatales, pero por la magnitud del escenario se sabe que podrían ser más. Clarín logró entrar al centro comercial y tomar nota del desastre.
Mientras cientos de rescatistas y bomberos hacían lo imposible en el centro comercial, a la una de la madrugada las detonaciones se confundían con sonidos diversos. Bombardeos rasantes en zonas más alejadas eran repelidos con uso de artillería antiaérea. Fue una noche difícil. Los primeros informes certeros de lo que pasaba comenzaron a llegar a través de la red Telegram, que vincula a los corresponsales internacionales que permanecen en la capital.
Las fuerzas rusas están a 30 kilómetros del centro de la ciudad. A pesar de que no consiguieron progresar en los últimos días, la información que circulaba este lunes por la mañana es que Vladimir Putin redoblaría la apuesta, incrementando el número de soldados para intentar un nuevo avance sobre la capital de Ucrania.
En las últimas horas, los rescatistas apagaron un incendio en el distrito de Podolsk, durante un buen rato. Los bombardeos no sólo alcanzaron el centro comercial, también se incendiaron seis edificios de departamentos, que resultaron dañados al igual que dos escuelas y dos jardines de infantes.
El lugar crítico hoy es Bucha, una ciudad pegada a Kiev, de suma importancia regional. Es a dónde intenta llegar la prensa internacional para dar cuenta de lo que ocurre, pero es también el sitio en donde no están por ahora dadas las garantías de seguridad. En Bucha, el número de evacuados de los últimos días asciende a tres mil. La gente abandona sus casas de modo sistemático, un éxodo dramático tiene lugar con el sonido de las bombas de fondo.
Otra vez parece estar sucediendo un cambio en el estado de situación. “¿Prepara Rusia una ofensiva definitiva?”, se preguntan los medios locales y el contexto político suma presión. Este viernes por la noche estará llegando a Polonia el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Se juntará con su par polaco, Andrzej Duda, para analizar una posible salida de la crisis. También dialogarán sobre el modo en que la OTAN reaccionará a la crisis humanitaria que está provocando la agresión de Rusia a Ucrania.
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