Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que la administración tiene “profundas preocupaciones” por la postura de Pekín, que ha evitado condenar de manera unívoca la invasión ordenada por Vladimir Putin
Estados Unidos tiene “profundas preocupaciones” por el alineamiento de China con Rusia en la guerra en Ucrania, una postura que ha generado enorme alarma en Washington al abrir la posibilidad de que el nuevo conflicto en Europa escale en los hechos a una nueva guerra mundial con dos potencias aliadas contra Occidente.
El Departamento de Estado envió cables a sus aliados en Europa y en Asia indicando que China señaló su voluntad de brindar asistencia militar y financiera a Rusia para apoyar su invasión de Ucrania, según informó el periódico Financial Times de fuentes anónimas familiarizadas con el mensaje diplomático norteamericano. La vocera presidencial, Jen Psaki, se negó a confirmar o desmentir la información. Rusia y China han negado cualquier discusión sobre una potencial cooperación militar en la guerra en Ucrania. Pero la Casa Blanca advirtió que cualquier asistencia a Moscú conllevaría represalias.
China ha evitado además criticar a Putin, y Pekín denunció las sanciones occidentales impuestas a Rusia. Sin embargo, el gobierno chino también ha indicado su intención de cumplir con las sanciones para evitar tensar los fuertes vínculos económicos de China con Occidente.
En lo que respecta a la asistencia a Moscú, China también acusó a Estados Unidos de difundir desinformación, en un nuevo capítulo de la guerra informativa que desató el conflicto en el este de Europa.
“Estados Unidos ha estado difundiendo desinformación contra China recientemente sobre el tema de Ucrania. Es malicioso”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian. “Lo que es urgente ahora es que todas las partes deben actuar con moderación y esforzarse por calmar la situación, en lugar de alimentar la tensión […] Deberíamos promover acuerdos diplomáticos en lugar de escalar aún más la situación”, agregó el portavoz.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del gobierno de Joe Biden, mantuvo hoy una reunión que se extendió por alrededor de siete horas en Roma con el jefe diplomático de China, Yang Jiechi, para discutir la guerra en Ucrania y la relación bilateral. La reunión fue calificada como “intensa” por la administración de Biden. El encuentro ofreció una inusual discusión cara a cara entre altos funcionarios de Washington y Pekín luego de la cumbre virtual que mantuvieron en noviembre último Biden y Xi, en la cual buscaron fijar parámetros para que la competencia entre las dos superpotencias no escale a un conflicto.
“El asesor de seguridad nacional y nuestra delegación plantearon directa y claramente nuestras preocupaciones sobre el apoyo de la República Popular China a Rusia tras la invasión”, dijo el vocero del Departamento de Estado, Ned Price. “Y las implicaciones que tendría dicho apoyo para la relación de la República Popular China no solo con nosotros, sino también para sus relaciones en torno a el mundo, que incluye a nuestros aliados y socios en Europa y en el Indo-Pacífico”, agregó.
La posibilidad de que China ayude a Rusia y la manera en la cual podría materializarse esa asistencia aún estaban bajo análisis. La negativa del gobierno de Biden a confirmar la asistencia parecía indicar que la Casa Blanca aún creía que existía margen para prevenir que ese nuevo paso en la alianza entre ambas potencias se concretara.
Los cables, que fueron enviados por el Departamento de Estado de Estados Unidos a los aliados en Europa y Asia, no especificaban el nivel ni el momento de la asistencia que se podría brindar, indicó el Financial Times. Y el liderazgo del Partido Comunista Chino no está aún del todo de acuerdo sobre cómo responder a la solicitud de asistencia de Rusia, dijo una fuente citada por la cadena CNN. Dos funcionarios dijeron que el deseo de China de evitar consecuencias económicas puede limitar su apetito por ayudar a Rusia. Los funcionarios le dijeron a CNN por separado que el presidente chino, Xi Jinping, estaba desconcertado por la forma en que la guerra en Ucrania revitalizó la alianza de la OTAN.
El mensaje de Washington, enviado en cables diplomáticos y entregado en persona por funcionarios de inteligencia, también dijo que se esperaba que China negara la asistencia a Moscú, según indicó un funcionario a la agencia Reuters. El cable diplomático era relativamente vago sobre la voluntad de China de proporcionar armas a Rusia, señaló esa fuente.
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