Las fuerzas de seguridad se excusaron con que emplearon “disparos de advertencia” ante el intento de ingreso al país.
Las autoridades de Trinidad y Tobago informaron que un bebé de un año murió en brazos de su madre durante maniobras de la guardia Costera de ese país para interceptar una embarcación donde viajaban migrantes ilegales de Venezuela.
El hecho se registró a la medianoche de este sábado cuando agentes trinitarios a bordo de la embarcación militar TTS Scarborough detectaron un barco que cruzó la frontera entre la isla caribeña y Venezuela.
Cuando finalmente se detuvo se dieron cuenta de que había inmigrantes ilegales a bordo, «que habían permanecido ocultos y, por lo tanto, no habían sido vistos antes», se excusaron.
«Se descubrió una migrante ilegal adulta que sostenía a un bebé y que indicó que estaba sangrando», añadió el frío texto de la guardia costera.
La mujer fue estabilizada y trasladada a un centro de salud local, pero «lamentablemente, se encontró que el bebé no respondía«, continuó la cuestionada comunicación oficial.
El medio local Trinidad Express detalló que el bebé de nueve meses murió antes de llegar a un hospital.
El mismo medio detalló que uno de los dos buques involucrados son patrulleros que fueron entregados hace dos meses y desplegados para proteger las fronteras marítimas del país.
El Primer Ministro del país caribeño, Keith Rowley, dijo al respecto: «Estos buques son ahora los principales activos de nuestra Guardia Costera y nos permitirán tener una presencia eficaz en el Océano Atlántico, que baña las costas orientales de Trinidad y Tobago».
«Disparos de advertencia»
Según las autoridades, la embarcación procedente de Venezuela se negó a detenerse por lo que emplearon «disparos de advertencia» en «defensa propia», pues alegaron que temieron por las vidas de la tripulación ante la «embestida» que dicen haber sufrido por parte del barco donde se trasladaban los migrantes.
La violencia de la intervención dista de ser como relataron en la versión oficial.
«Se utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, el reflector de la nave y las bengalas, para intentar que la embarcación sospechosa se detuviera; sin embargo, continuó intentando evadir el TTS SCARBOROUGH», señaló un comunicado.
Y detallaron: «Siguiendo los protocolos estándar, se emplearon a continuación disparos de advertencia por delante del buque«. Uno de ellos habría matado al bebé.
La lancha salió la noche del sábado desde Delta Amacuro (este), un empobrecido estado con población en su mayoría indígena, donde se calcula que zarpan entre seis y diez embarcaciones a diario con emigrantes que huyen de la crisis en el país bajo el régimen de Nicolás Maduro, contó a la agencia de noticias AFP un activista de derechos humanos.
«Esto es un episodio que se veía venir porque ellos disparan a los motores de las embarcaciones para que se detengan, en este caso se les fue de las manos el protocolo», indicó Orlando Moreno, quien estuvo en contacto con familiares del bebé fallecido.
Número crudos
Los zarpes de barcos clandestinos dejaron al menos un centenar de muertos y desaparecidos desde 2018, como resultado de una peligrosa travesía en embarcaciones precarias y con sobrepeso que cruzan los 120 kilómetros de trayecto marino que separan a ambos países.
Naciones Unidas estima que más de cinco millones de venezolanos han emigrado desde 2015 forzados por la aguda crisis en su país y que unos 25.000 viven en Trinidad y Tobago.
Este país caribeño de 1,3 millones de habitantes sostiene que tiene registrados a 16 mil oficialmente.
Trinidad y Tobago endureció su política de deportaciones para prevenir la entrada ilegal de personas, al señalar que sus habitantes se encuentran bajo «asalto» de inmigrantes ilegales que «usan niños inocentes» para sus fines.
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