Si bien aún no se anunció oficialmente, la funcionaria habría puesto a disposición del gobernador Gustavo Sáenz la renuncia a su cargo.
Verónica Figueroa dejaría el cargo de ministra de Desarrollo Social de la Provincia a fin de mes. Ayer se confirmó que presentó la renuncia pero esperaba que el gobernador Gustavo Sáenz la aceptara. Fue un día de diálogo en las altas esferas del Grand Bourg.
Fuentes oficiales aseguraron que la salida de Figueroa no será inmediata y que se hará efectiva en dos semanas, por lo menos.
Además de la dimisión “indeclinable” de la hasta ahora ministra, el revuelo se armó por un fuerte trascendido. Figueroa habría estado muy disconforme con las partidas que le asignaron en el proyecto de presupuesto 2022.
No obstante, funcionarios consultados aseguran que su partida está vinculada “a razones personales”. A las 11, la ministra tiene prevista una reunión en la Legislatura para analizar el proyecto de presupuesto.
Los fondos
No fue descabellada la idea de que Verónica Figueroa se va -por lo menos del Ministerio de Desarrollo Social- por tener menor porcentaje de recursos en comparación con otros ministerios.
En las planillas anexas del proyecto de ley que presentó el Ejecutivo y en el power point que los ministros mostraron a los legisladores la semana pasada se ve que Desarrollo Social queda muy atrás en comparación con Salud, Educación y Seguridad, carteras que concentran el 85 por ciento de los recursos. “Faltó en la agenda la pobreza”, dijeron algunas voces de la cartera que por ahora sigue a cargo de Figueroa.
Para Desarrollo Social se destinarán un poco más del 2%, son unos 5 mil millones de pesos. Economía, por cierto, tiene 33 mil millones de pesos y Seguridad, 34 mil millones de pesos.
En la sesión del Senado de esta semana, el senador por Güemes Carlos Roso cuestionó duramente el porcentaje de presupuesto que se llevaba la cartera de Desarrollo Social. Del total (5 mil millones de pesos), 1.661 millones de pesos van a gastos de personal, por lo que le queda poco margen. Eso habría sido motivo de reclamos de Figueroa hasta que el fin de semana se decidió y renunció.
La metodología de su salida será similar a la que se cumplió con Francisco Aguilar, cuando renunció al Comité Operativo de Emergencias (COE) en junio tras el descontrol en los actos del Bicentenario de Güemes, pero por pedido del gobernador se quedó casi un mes más. En noviembre, por cierto, renunció Juan Manuel Pulleiro al Ministerio de Seguridad. Esa cartera ahora está a cargo del exprocurador Abel Cornejo.
Ayer había un hermetismo sobre nombres que se pueden barajar para reemplazar a Figueroa. En su ministerio hace poco también hubo cambios: Juan Carlos Villamayor dejó el cargo de secretario de Políticas Sociales y pasó a Adultos Mayores. Figueroa es la única mujer que seguía como ministra, así que no se descartaría que su lugar sea tomado por otra mujer.
Cuando arrancó la gestión de gobierno, explotaron los casos de desnutrición infantil. La semana pasada la defensora de Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación, Marisa Graham, presentó un amparo en la Justicia de Salta por la situación de los niños de las comunidades originarias. El documento tiene 46 páginas con datos inquietantes y tristes de la realidad del Chaco salteño; considera que la situación de las etnias en el Chaco salteño es “desesperante” y exigió accio nes.
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