El fiscal federal Ricardo Toranzos sigue trabajando para esclarecer el secuestro del empresario. Dos de los detenidos son hijos de un empleado del contador Víctor Giménez.
A horas desde que la Fiscalía Federal de Ricardo Toranzos tomara la investigación del secuestro extorsivo de un empresario local, la causa ya tiene cuatro detenidos, todos jóvenes. Además, en la tarde y noche de ayer se allanaron cuatro domicilios y se detuvo al supuesto cabecilla de los secuestradores.
En uno de esos allanamiento, la policía y los investigadores del CIF lograron dar con la vivienda donde mantuvieron cautivo durante varias horas al empresario del transporte y contador público Víctor Giménez.es
Vecinos, quienes aseguraron que en la tarde del martes en esa vivienda, muy humilde, la mitad bloques, la mitad madera, en el barrio Los Paraísos, estuvo estacionado un vehículo de alta gama, color negro, marca Mercedes Benz, vehículo en el que se desplazaba el contador Giménez al momento de ser abordado por los secuestradores.
Un investigador consultado anoche en el lugar de las operaciones deslizó que se encontraron muchas pruebas y testigos de la presencia de Giménez y su vehículo en el lugar desde las primeras horas del martes.
Las informaciones obtenidas hasta anoche sindicaban a los hermanos Franco y Mario Campos, de 19 y 21 años, un tío de éstos de apellido Rodríguez y otro implicado conocido como «Chucky» Toledo, como los autores del secuestro extorsivo en contra del empresario del transporte.
Además, se supo que dos de los detenidos son hijos de un inspector de la empresa El Cóndor, propiedad de Giménez, quienes al parecer aportaron los datos precisos de los movimientos del contador y actuaron en consecuencia.
El delito que hoy les imputará la fiscalía federal de Ricardo Toranzos es muy grave y puede alcanzar condenas hasta de dos décadas.
En ese humilde lugar, sin tapia y con apenas lo indispensable en privacidad, estuvo secuestrado el hombre de negocios.
En la propiedad donde fue mantenido como rehén, en el barrio Los Paraísos, Giménez soportó una tarde calurosa a la espera de que sus familiares hicieran entrega del dinero solicitado por su rescate, cosa que nunca ocurrió, ya que la operación se vio frustrada al sospechar los captores de la presencia de la fuerza pública y en la huida con el rehén sobre su propio vehículo chocaron contra la propiedad de una septuagenaria, la señora Camila, de barrio ampliación Parque La Vega.
Vecinos consultados en las adyacencias de la manzana 2 de barrio Los Paraísos dijeron que la vivienda que fue utilizada como lugar de cautiverio le pertenece a una mujer humilde, quien le prestó ese lugar a un sobrino. Esa mujer estuvo anoche en ese lugar, atestado de policías, pero no hizo declaraciones.
Fuentes de la investigación corroboraron que efectivamente ese fue el lugar donde permaneció el contador Giménez privado de su libertad durante casi 12 horas.
La casa donde estuvo cautivo el empresario del transporte es pequeña y prácticamente no tiene espacios de privacidad y su interior está a la vista de todos, ya que se trata de una esquina, sin tapia.
Consultado en la noche de ayer, el fiscal federal Ricardo Toranzos afirmó que la investigación aún no ha concluido y que en las primeras horas de hoy los ya detenidos, en virtud del marco probatorio que logró reunir, serán imputados, aunque la carátula de la misma no la hizo conocer.
En apenas 48 horas el secuestro extorsivo que intentaron al menos cuatro jóvenes salteños no solo fue abortado por la seguridad provincial y federal, sino que todos los integrantes del comando ya están detenidos.
El caso conmocionó
El contador Víctor Giménez, de 76 años, estuvo desaparecido desde la mañana del martes, cuando se dirigía a una reunión de trabajo. Fue detenido en un falso control policial y desde ese momento desapareció sin dar señales de vida. Tampoco se pudo en esa mañana dar con el vehículo Mercedes Benz color negro que conducía.
Alrededor de las 14 su hijo recibió un llamado telefónico de un número privado, los secuestradores hicieron hablar al padre y solicitaron el dinero para dejarlo libre.
Pidieron cinco millones de pesos. Desde ese momento trabajaron fiscales provinciales con un gran hermetismo.
Luego el caso pasó a la órbita federal y ya en la noche del martes se había montado un operativo cerrojo en toda la ciudad y una simulación de entrega de lo pactado por los agentes de inteligencia. A las 20.30 un accidente en la zona sudeste disparó el alerta al establecerse que el vehículo pertenecía a la persona buscada. Desde allí, comenzó al noche para todos los secuestradores.
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