Un comerciante registró a dos policías mientras abusaban de una menor dentro del patrullero.
Las crudas imágenes que logró filmar un comerciante chaqueño cuando dos policías violaban a una menor de edad en una calle oscura de un barrio de la capital chaqueña se viralizaron por todo el país.
La Justicia ya detuvo a los dos policías, pero el comerciante asegura que no está tranquilo.
El vecino que grabó el abuso sexual de policías a una menor dijo «no estoy viviendo para nada tranquilo», en una entrevista con el canal Crónica.
El comerciante afirmó que teme por su vida; además, destacó que no se arrepiente de haber tomado dichas imágenes, las cuales son claves para condenar a los culpables.
Las imágenes tomadas en el lugar del hecho y la declaración espontánea de la jovencita que dice estar siendo violada mostraron la monstruosidad de lo ocurrido.
El abuso sexual de dos uniformado en contra de una joven carenciada menor de edad, dentro de un patrullero, en la provincia de Chaco sigue en plena investigación, mientras se espera la declaración de los acusados, el sargento primero Rodolfo Ariel Luna y el agente Martín Pera, quienes deberán declarar una vez que designen abogados defensores ante la fiscal Andrea Langellotti.
El video grabado por Julio César, vecino y testigo del ultraje a la adolescente de 16 años, resultó clave para determinar cómo sucedieron los hechos.
El hombre que «arriesgó su vida» para filmar lo que ocurrió habló con Crónica.
Al ser felicitado por su valentía, afirmó: «No lo dudé ni un segundo y si lo hice, fue para preparar mi celular y no medía consecuencias, creo que me la jugué».
Además, dijo que después de ver siempre lo que pasa en estas ocasiones, temió por su vida, ya que uno de los agentes «podrían haber sacado un arma y darme un tiro». Julio César aseguró que hace tiempo que se viene hablando en el barrio de gente humilde de estos abusos de autoridad por parte de agentes.
«Solo van a callarme si me matan», aseguró el hombre, quien manifestó que tiene custodia policial en estos momentos. «No estoy viviendo para nada tranquilo», agregó.
El sujeto además dio detalles de cómo se enteró de lo que estaba pasando. «Mi quiosco está a unos 70 metros de donde vive la chica y desde ahí se observa todo», sostuvo.
El testigo suele hacer trabajo solidario en un de las zonas más carenciadas de Chaco y confirmó que la familia de la víctima fue amenazada y que por eso evita tener cualquier tipo de contacto con la prensa.
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