Denunciantes piden la presencia de la prensa como garantía, y advierten que será un «juicio cuarto oscuro».
El romper con el silencio es uno de los mayores obstáculos que encuentran las denuncias por abuso sexual. Por eso mismo, a estos delitos se los encuadra dentro de las «cifras negras u ocultas» de la criminalidad. En el caso del sacerdote Rosa Torino, son 3 los denunciantes que pudieron sobreponerse y romper el silencio. Luego esperaron durante 6 años por el juicio. Ahora, aseguran, esperan tener un proceso con «garantías», para lo cual se oponen a la decisión de que el juicio se haga sin presencia de la prensa ni transmisión por internet.
El juicio se desarrollará del 25 de junio al 8 de julio. Los jueces de la Sala IV del Tribunal de Juicio, Maximiliano Troyano, Norma Beatriz Vera y Roberto Lescano, decidieron que se celebre sin la prensa, con el argumento de que la sala de juicio es de pequeñas dimensiones y dos de ellos pertenecen a grupos de riesgo. Las audiencias tampoco serán transmitidas, «en resguardo a las víctimas». Sin embargo, los denunciantes aseguran que no fueron consultados ante la decisión y se oponen a ella.
«Costó mucho llegar hasta aquí, mucho manoseo a las víctimas, hasta denuncias como la mía. Por eso queremos ver cerrada esta etapa con una condena ejemplar», indicó Valeria Zarsa, que denunció al sacerdote pero terminó ella sentada en el banquillo antes que el religioso, en un juicio por un supuesto abuso sexual del que fue absuelta. «La ausencia de la prensa implica no saber lo que suceda allí adentro, es garantizar transparencia en el juicio y que no sea un juicio a cuarto oscuro», advirtió.
Otro de los denunciantes «Y», se mostró indignado con la decisión del tribunal y aseguró que esto los afecta directamente, ya que, en su caso, dará su testimonio a la distancia. «Es una falta de respeto y encima ni siquiera nos permiten a las víctimas vivenciar las etapas del juicio. Ni siquiera nos dejan estar presentes en el momento de la condena. Los denunciantes junto a la red de sobrevivientes repudiamos el obrar de la Justicia salteña. Necesitamos que los medios de comunicación sean nuestros ojos dentro de la sala de tribunales, queremos que el juicio sea oral y público», pidió. El denunciante, además, vinculó la decisión a la intención de beneficiar al sacerdote: «Basta de otorgarle poder al cura», cerró.
El juicio contra Torino es emblemático entre los casos de abuso eclesiástico por ser el primero contra un religioso de este rango y el primero del país contra el fundador de una congregación como acusado.
La fiscal Luján Sodero, cuando estaba al frente de la investigación, advirtió que había más de 100 testigos y que muchos de ellos podrían haberse sumado a las denuncias pero prefirieron no hacerlo. «El acceso de la opinión publica a este tipo de juicios permite que otras víctimas y la sociedad se enteren. La prevención es lo primero que debe resguardar el Estado», advirtió Carlos Lombardi, abogado especialista en derecho canónico que asesoró a la red de sobrevivientes.
Cargando ...
Agregue un Comentario