Hubo errores groseros de los referís en cuatro partidos de la Copa Diego Maradona. Federico Beligoy, a cargo de los hombres del silbato, aseguró que el sistema empezará a funcionar en febrero de 2021. Los detalles.
El fútbol argentino atraviesa una seria crisis arbitral. Los errores que se expusieron este fin de semana en la Copa Diego Maradona dejaron en evidencia el flojo nivel de los hombres del silbato. ¿Es un problema de la conducción? ¿Los jueces juegan condicionados? ¿El ritmo vertiginoso de los futbolistas conspira contra la velocidad mental de los referís?
Hay muchas preguntas que se hacen los hinchas, a fin de cuentas los que más sufren los fallos que perjudican a sus equipos, aunque al mismo tiempo se encomiendan a un silencio piadoso cuando los favorecen. Todos sospechan. Los que solían habitar las tribunas previo a la pandemia y también, los protagonistas: técnicos, jugadores y dirigentes.
¿Será el VAR una solución?
Este lunes por la tarde, la AFA anunció la llegada de la tecnología a la Liga Profesional de Fútbol. Federico Beligoy, a cargo de la Dirección Arbitral, aseguró que estará “en febrero de 2021”, quizás en marzo. En el acto estuvieron presentes Claudio Tapia, mandamás de la casa madre de la pelota, y Mauro Vigliano, el árbitro mejor calificado por la Conmebol y mundialista en Rusia 2018 para el manejo de la tecnología.
Hubo situaciones polémicas en cuatro partidos, todas posibles de corregir a través del VAR.
En Sarandí, Elías Gómez empujó a un jugador de Arsenal, a los 14 minutos del segundo tiempo, y fue tan fuerte el impulso que terminó derribando a un compañero. Es decir, cayeron dos jugadores del equipo local en el área de Argentinos, pero Hernán Mastrángelo cobró al revés. Era un penal grandísimo. Con el apoyo del VAR, el juez principal hubiera corregido su error.
El sábado, en el Nuevo Gasómetro, Andrés Merlos no cobró una clara falta de Federico Gattoni sobre Cristian Bernardi. Iban cinco minutos del primer tiempo. El defensor de cruzó abajo al volante entrando al área y el árbitro dijo “siga, siga”. En el final, cuando San Lorenzo ya había empatado el partido a través de un penal –bien cobrado- por mano de Alexander Vigo, llegó otra jugada controversial: al borde del minuto 50, llegó el tiro de esquina de Gonzalo Piovi, cabeceó un jugador de Colón en el primer palo y la pelota pegó en el brazo de Franco Di Santo que estaba en una posición antinatural.
Eduardo Domínguez, técnico de Colón, fue contundente en la conferencia de prensa: «Lo que a mí me parece raro es que -a mí criterio- hubo un penal claro en el primer tiempo y ni siquiera lo repitieron. Hasta los propios chicos de San Lorenzo lo comentaron. Y no lo repitieron. Eso me parece raro. Jugar contra las corporaciones es difícil». ¿A quién le apuntaba? ¿A la transmisión de la TV? Hubo dos penales y las jugadas se repitieron, pero falló el árbitro, está claro.
En Independiente-Boca pasó de todo. Hubo un penal por mano de Lucas González que, en la interpretación de Vigliano, no fue sancionable porque la pelota primero rebotó en Fabricio Bustos, quien trabó ante Mauro Zárate. Así y todo, el brazo del joven volante estaba en una posición antinatural y ocupaba volumen, a fin de cuentas lo que debe tener en cuenta el referí a la hora de cobrar infracción.
En la siguiente acción, Vigliano acertó y cobró falta de Gastón Avila sobre Jonathan Menéndez. Penal que pateó Andrés Roa y tapó Agustín Rossi.
Vigliano tampoco vio la mano de Sebastián Villa en la jugada previa al golazo de Edwin Cardona. La pelota pegó en la mano del colombiano y con inmediatez llegó el remate de su compatriota. La FIFA es muy rigurosa en estas acciones. Ningún gol puede derivar de una mano.
En Parque de los Patricios, Germán Delfino tuvo unas cuantas jugadas en las que quedó marcado. A los 19 minutos del segundo tiempo cobró un penal inexistente de Paulo Díaz sobre Norberto Briasco. El chileno pifió, el argentino naturalizado armenio se cayó y el árbitro cobró infracción.
Más tarde, a los 27 minutos, cometió dos errores en la misma jugada. Primero, no vio que Nicolás Cordero se llevó la pelota con el brazo ingresando al área para meter un centro atrás a la posición de Briasco, que llegó de frente al arco. Franco Armani arremetió contra la pelota y el delantero. Como dejó seguir la acción, porque no observó la mano del jugador de Huracán, era penal, pero tampoco lo cobró.
“Las capacitaciones que hicimos en el VAR son parte del protocolo de FIFA para homologar a todos los árbitros de las federaciones para que, cuando llegue el VAR, puedan llevar a cabo esta tarea. Hace un año, el presidente Tapia me dijo que quería el VAR en la Argentina porque quería un futbol mucho más justo deportivamente hablando. Nos dio todas las herramientas para comenzar este proceso. Ayer terminamos esta capacitación en el predio de la AAA (Asociación Argentina de Arbitros), donde hemos montado tres salas VOR. El presidente también participó de las clases, donde seguimos avanzando en este proceso que va a terminar en diciembre con la certificación de nuestros árbitros”, le dijo Beligoy al sitio oficial de la AFA.
A pesar de los cuestionamientos que tiene por el manejo del arbitraje, Tapia sostiene a Beligoy en un puesto clave. La idea es montar las salas de videoarbitraje en un edificio de 850 metros que se está construyendo en el predio de Ezeiza. Así funciona en La Liga de España, que tiene su base en la Ciudad de Fútbol de las Rozas, propiedad de la Real Federación Española de Fútbol. También, en la Conmebol. Mientras tanto, las cabinas VOR se armaron en un galpón desde donde se monitorean partidos de Quinta, Sexta, Séptima y selectivos del Ascenso como banco de pruebas.
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