Patricia Argañaraz, Ana María Cerezo, Raúl Argañaraz y Nicolás Zissi involucrados en una causa por estafas reiteradas en la Asociación Docente Provincial (ADP).
Julio Barrios, docente y, por entonces, delegado de la Asociación Docente Provincial (ADP) en Orán, denunciaba a la ex secretaria general Patricia Argañaraz y a la ex tesorera del sindicato docente, Ana María- Marita- Cerezo, por estafas reiteradas. En estos días, se conocieron las imputaciones para ellas, el hermano de Argañaraz y Nicolás Zissi, familiar del médico Martín De La Arena.
Sin dudas, el fideicomiso Virgen de Urkupiña fue uno de los más señalados. El ex delegado de ADP lo calificó como «un verso». «Ellas utilizaron esta parte legal (la figura del fideicomiso) como para decir que son personas confiables para que todos los docentes les depositen el dinero para que ellas construyan las viviendas», señaló.
En una entrevista para FM Noticias (88.1), Barrios recordó: «Desde el año 2018 empecé esta campaña de denuncias porque se veía a las claras la malversación de fondos que ya existía, tanto del gremio docente ADP y en el fideicomiso Virgen de Urkupiña», comenzó Barrios recordando que, en su momento, denunció la falsificación de títulos y la venta de cargos, tanto docentes como cargos directivos y cargos en Supervisión. «Había denunciado en la Fiscalía de Delitos Económicos Complejos el organigrama y la ruta como circulaba para poder llegar a obtener un cargo una persona que no era docente o un docente que tenía cuatro o cinco meses de antigüedad y llegaba a ser directivo de una escuela».
Refirió también al rol de Fernando Mazzone, de quien afirmó: «Llegaban las carpetas y él seleccionaba quiénes eran los potables que podían pagar (por los títulos). Llegaban las carpetas desde diferentes puntos de la provincia, que mandaban los delegados, y Marita Cerezo y Patricia Argañaraz llevaban el listado, con los currículums de cada postulante, a Junta de Calificación de Mérito y Disciplina. La Secretaria Técnica pedía un llamado a inscripciones, donde todos los profesores se inscribían, pero ya tenían un listado con anticipación que lo custodiaba Fernando Mazzone, que figura como asesor privado de Marita Cerezo en ADP y es el que le va a garantizar en una futura elección la continuidad, porque va a ser el candidato».
Narcotráfico y la pata política
«Seguimos investigando porque también acá estaba la pata del narcotráfico metida dentro de lo que es ADP», alertó Barrios para luego detallar nombres y hechos que complicarían aún más no solo a las ex dirigentas sindicales sino a distintos actores de la dirigencia salteña.
Se refirió así a un viaje organizado por la Asociación Docente a Buenos Aires. «Una vez conté que nosotros hicimos un viaje a Buenos Aires, a hacer una capacitación, con el colectivo de ADP y llevábamos bolsos que no eran de nosotros. Los bolsos los cargaron en Salta, en el colectivo de ADP, y la que regenteaba todo ese movimiento era, y la siguen llamando, Marita Cerezo, que manejaba todo ese viaje y nos aportaba el dinero para que nosotros gastemos en un hotel de cinco estrellas, de lujo. Fuimos, estuvimos dos horas en Buenos Aires y nos volvimos», contó.
Y amplió: «Salió el colectivo, llegó el colectivo, abrimos las compuertas y estaban todos los bolsos ahí. Dijeron ‘no, ustedes llevan un bolsito cada uno, acá está la palta para que nos acompañen’. Ninguna de las dos subió, viajaron en avión ellas. Nos acompañaron los guardaespaldas que tienen ahora, en vehículos aparte. Nosotros llegamos a Buenos Aires a la madrugada, estuvimos en una capacitación de dos horas, el colectivo nos pasó a buscar y nos trajo de vuelta».
«Yo entré en sospechas porque en ese tiempo yo ya había tenido inconvenientes con el ex juez Reynoso, y una reprendida gravísima de parte de Cerezo», manifestó el docente relatando luego, en detalle: «Cuando yo trabajaba en la frontera con Bolivia, en la parte de lo que es Porcelana, donde era el paso de los narcotraficantes, había escuelas ahí. Me presenté a denunciar que no nos dejaban circular los narcos, en la Fiscalía Federal del doctor José Luis Bruno. Y él me dijo una vez, porque me conoce de acá, ‘Sabés qué, Barrios, no quieras ser héroe. Si querés hacer esta denuncia hacela en la propia oficina del (ex) juez Reynoso’, el fiscal federal Bruno».
«Hago la denuncia en la oficina de Reynoso, me toman la denuncia. Pero me acuerdo que el secretario del doctor Reynoso, en su momento movilizaron todo lo que es el Juzgado, se pararon al lado mío, me hacían preguntas, me hostigaban en mi propia denuncia», recordó Barrios para luego denunciar: «Pasaron los días y recibí balazos llegando para la escuela, me pegaron un disparo en el estómago. Salieron tres solicitadas en el diario El Tribuno, porque en ese tiempo la familia Romero se daba la mano con el (ex) juez Reynoso, y sacaron que yo era un sicario, un narcotraficante, sacaron que era un jefe de la guerrilla de las FARC. Todos los medios de comunicación lo toman y era el docente que se volvió sicario, narcotraficante y jefe de la guerrilla de las FARC».
Puntualmente, señaló: «Yo denunciaba que en ese sector circulaban los narcotraficantes como panchos por su casa, inclusive que estaba involucrado un Jefe del Escuadrón de Gendarmería de Orán», y contó sobre ese momento: «Yo fui a entrevistarme tanto con el Jefe del Escuadrón como con el (ex) Juez. El Juez me atendió cortante en ese tiempo, Reynoso, mirándome de costado. Trajo al grupo que ahora está detenido, que fueron procesados, al lado de él. Estaban Acosta, un tal ‘Cepillo’, estaban todos mirándome. Mientras tomaba un café Reynoso me miraba de costado y yo le relataba. No me daba ni cinco de importancia en ese sentido».
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