Es por las búsquedas y la publicidad. Apple, Facebook y Amazon siguen el caso de cerca.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos va a acusar a Google por “mantener un monopolio ilegal sobre búsquedas y publicidad”, según publicó este martes el New York Times.
Se trata, explica el medio norteamericano, del “desafío legal más importante del Gobierno al poder de mercado de una empresa de tecnología”.
“La demanda reflejaría el rechazo al poder de las corporaciones más grandes del país, y especialmente a los gigantes tecnológicos como Google, Amazon, Facebook y Apple”, escriben en el New York Times. Las cuatro compañías están acusadas de prácticas monopólicas, por diversas razones.
El caso de Google se trata de uno que une a arcos políticos de todo tipo: conservadores como el presidente Trump y liberales como la senadora Elizabeth Warren fueron muy críticos de la concentración de poder en un puñado de gigantes tecnológicos.
“El fiscal general William P. Barr, quien fue designado por Trump, ha desempeñado un papel inusualmente activo en la investigación. Presionó a los abogados del Departamento de Justicia para que presentaran el caso a fines de septiembre, lo que provocó el rechazo de los abogados que querían más tiempo y se quejaban de la influencia política”, analiza el medio estadounidense.
En cuanto a los tiempos que podría llevar la demanda, en el departamento de Estado se habla de «años», sobre todo porque hay 50 estados involucrados en las investigaciones.
Por ahora, la empresa con sede en Mountain View (Silicon Valley, California) no respondió a la jugada que hará el Departamento de Estado. Sin embargo, viene negando que cometa violaciones monopólicas en el mercado.
Alphabet, la multinacional cuya sede es Google, está valuada en cerca de 1.04 billones de dólares con reservas en cash de 120.000 millones.
El departamento también investigó el alcance de Google en tecnología publicitaria y cómo la empresa fija los precios y coloca los anuncios en Internet.
Demandar a Google cumpliría con un impulso del fiscal general William P. Barr para tomar medidas contra un gigante de la tecnología a fines de septiembre, un esfuerzo que ha adquirido una mayor urgencia antes de las elecciones del 3 de noviembre, mientras el presidente Trump lucha por un segundo mandato.
La posición de Google en el mercado
Google controla cerca del 90 por ciento de las búsquedas web a nivel mundial, y sus rivales se quejaron en más de una oportunidad de que la compañía extendió ese poder al hacer que sus herramientas de búsqueda y navegación sean las predeterminadas en muchos teléfonos inteligentes.
Google también capitaliza aproximadamente un tercio de cada dólar gastado en publicidad en línea, y sus herramientas publicitarias se utilizan para suministrar y subastar anuncios que aparecen en Internet.
Los contratos que Google con otras empresas de tecnología, por lo general, se acuerdan para que sirva como motor de búsqueda predeterminado. Y esto captó la atención a nivel internacional, con cuestionamientos sobre esta práctica.
El motor de búsqueda termina siendo el punto de discusión más fuerte. Hay un antecedente: la Autoridad de Competencia y Mercados de Gran Bretaña, por ejemplo, dijo en un informe que el hecho de que Google sea por default el buscador en casi todos los teléfonos, es «sorprendente y demuestra el valor que Google otorga a estas posiciones predeterminadas».
Desde Twitter, Google respondió:
La presentación del Departamento de Justicia es profundamente defectuosa. La gente usa Google porque lo elije, no porque estén forzados o porque no tengan alternativas. Tendremos una declaración completa durante el transcurso de esta mañana.
En los últimos años, los gigantes tecnológicos se han enfrentado a las críticas de diferentes Gobiernos, como el Congreso de los Estados Unidos, y organismos como la Unión Europea (UE), debido a la gran cantidad de poder que acumulan, los desorbitados beneficios que obtienen y los bajos impuestos que tributan.
Con la transformación de Google en uno de los gigantes de la tecnología, la compañía ha sido vigilada de cerca por las autoridades de EE.UU., y la Comisión Federal de Comercio del país, que también tiene autoridad para investigar casos de monopolio, ya ha llevado a cabo pesquisas en torno a Google, aunque las finalizó en 2013 sin pruebas suficientes.
Por estas razones, Jeff Bezos, Tim Cook y Mark Zuckerberg siguen de cerca el caso Google: saben que las balas les pueden pegar de rebote a sus compañías Amazon, Apple y Facebook.
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