El menor de los varones del empresario declara en el juicio oral por “la ruta del dinero K”. Rechazó la acusación por lavado y se quejó por el daño en las estancias durante los allanamientos.
Leandro, el menor de los hijos varones de Lázaro Báez, comenzó a declarar en el juicio oral por lavado de dinero en «la ruta del dinero K», en el que está acusado junto a su padre y sus tres hermanos. Respondiendo a las preguntas del fiscal y las querellas, aseguró que está distanciado de Lázaro, y negó cualquier rol en sus negocios: «era su empresa y la manejaba como quería. El tomaba las decisiones. Lázaro nos decía: ‘yo manejo la caja'». También desconoció las cuentas en Suiza y Panamá de las que, según comprobó la justicia, era beneficiario junto a sus hermanos Martín, Melina y Luciana.
«Por año nos peleamos tres o cuatro veces. Pero yo ya estaba distanciado de mi padre cuando comenzó el programa de Lanata», declaró Leandro cuando le pidieron precisiones sobre el supuesto distanciamiento respecto a Lázaro al que hizo referencia en varios tramos de su declaración. El programa al que se refirió es la emisión de abril de 2013 en la que se dio a conocer el informe titulado como «La ruta del dinero K».
«Lázaro se reunió varias veces con Cristina luego de la muerte de Néstor», admitió también cuando le preguntaron por esos encuentros. Pero pese a reconocer su firma en distintos papeles que le mostraron, Leandro repitió en varias ocasiones que no tenía injerencia en los negocios de su padre: «Era su empresa y la manejaba como quería. El tomaba las decisiones». «Yo creo que nos metieron en todo esto porque somos sus hijos. Nada más.», soltó minutos después.
El menor de los varones de Lázaro tampoco admitió responsabilidades respecto a los viajes de negocios que junto con su padre y su hermano realizaron por Europa, y tal como había hecho durante la instrucción de la causa repitió que desconocía ser beneficiario de distintas cuentas en dólares abiertas en Suiza y Panamá. «En los viajes yo los acompañaba pero no participaba de las reuniones. No sé si Martín estaba o no. Nos separábamos por horas», dijo.
Ante la pregunta por el vínculo con su hermano mayor, Leandro fue menos concluyente que con respecto a su padre, pero dijo desconocer muchas cosas porque Martín «es muy cerrado». Una vez más tuvo que referirse a él cuando le preguntaron qué sintió cuando vio el famoso video de La Rosadita, en el que su hermano y los colaboradores de su padre aparecen contando cinco millones de dólares. «Lo tiene que explicar mi hermano. Me pareció que era mucho dinero, sí», murmuró.
El abogado de la Oficina Anticorrupción quiso saber si hubo dinero escondido en las estancias de su familia. «No, que yo tenga entendido no», respondió Leandro, quien sin embargo se quejó por los daños causados en esas propiedades durante las excavaciones y revisaciones ordenadas por el juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan en los allanamientos a esas propiedades en Santa Cruz.
Respecto a su actual fuente de ingresos, Leandro dijo que provienen del trabajo de su pareja en la comisaría de la mujer de la Policía de Santa Cruz, y admitió que maneja máquinas viales que no son suyas: «Le doy una mano a un amigo que tiene una empresa.»
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