El juez interino de Garantías 1, Diego Rodríguez Pipino, autorizó al sacerdote Rubén Agustín Rosas Torino a ausentarse de la provincia y lo eximió de presentarse a las autoridades por el término que dure su viaje. Deberá concurrir al Juzgado el día de su regreso, previsto para el 1 de marzo.
El pedido fue efectuado por la defensa de Rosas, que expuso que el imputado debe concurrir a la Ciudad de Buenos Aires para realizar estudios Psicológicos en el Departamento de Psiquiatría del Instituto Fleni, ya que se ha iniciado la etapa pericial del proceso penal canónico número 337/15, desde el 24 al 28 de este mes.
Como se recordará, Rosas Torino se encuentra acusado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración y por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de F.F.G. y abuso sexual simple agravado por ser el autor Ministro de Culto en perjuicio de A.E.A..
El sacerdote debe cumplir como imputado con medidas sustitutiva
Prisión domiciliaria y miembro de la Iglesia
Agustín Rosa Torino pertenecía al Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista de Salta, que fue llevado a la Justicia aunque, tras pasar 9 meses preso, hoy está con prisión domiciliaria y no fue expulsado de la Iglesia, aunque las víctimas esperan la fecha del juicio.
Una de las personas que también lo acusó fue la monja Valeria Zarsa quien esta semana reveló que vivió un «infierno».
‘Apenas llegué (1997) Rosa me puso cerca de su círculo privado. Teníamos una relación de padre hija. Era la única que me animaba a entrar a su casa‘, dijo en su relato con el diario Perfil. Poco a poco, comenzó a notar ‘actitudes raras‘: ‘Me rozaba o me apoyaba su miembro, y me hacía interpretarlas como que eran pensamientos raros míos‘. Con el correr del tiempo, empezó a recriminarle esos abusos. ‘Él siempre tenia una excusa y me echaba la culpa a mí. Teníamos un lavado de cabeza muy grande‘, contó Zarsa.
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