El depravado, de 61 años, fue condenado a 13 de prisión. Tras el nacimiento del hijo de la víctima se determinó su culpabilidad.
La justicia condenó a 13 años de prisión un hombre que abusó y embarazó a una joven con retraso madurativo en la localidad de Cerrillos. Este caso había tenido en un comienzo otras derivaciones, ante las sospechas de la tía y tutora de la víctima, quien denunció que habría sido abusada y embarazada en un instituto de educación especial al que concurría. Por esta situación los vecinos de ese pueblo expresaron su profundo malestar por el ultraje de la joven de 20 años, lo que puso en el ojo de la tormenta a la entidad educativa, según informó El Tribuno.
Sin embargo, la verdad de los hechos salió a la luz cuando un nieto de la denunciante sorprendió a la pareja de la mujer en el momento que intentaba abusar de la chica, que en ese momento ya estaba embarazada. Al tomar conocimiento de lo sucedido la mujer presentó la denuncia contra su depravado compañero, identificado como Carlos Enrique Vitian, de 61 años.
De esta manera se estableció que el hombre no solo se aprovechó de una persona indefensa para satisfacer sus bajos instintos, sino que engañó a su pareja y había puesto al instituto de educación especial en una situación comprometida.
La fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, María Luján Sodero Calvet, con el acuerdo de las partes, solicitó juicio abreviado ante la Sala VII del Tribunal de Juicio. Vitian fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por la guarda y la convivencia. La tía declaró que mientras se encontraba tramitando la guarda de su sobrina, un nieto suyo le comentó que había sorprendido a Vitian en la cama intentando abusar de la joven.
A partir de la denuncia que presentó en la comisaría de Cerrillos, el hombre quedó detenido. La tutora decidió no interrumpir el embarazo de la joven pese estar amparada por la ley. Sergio Federico Obeid, el fiscal que intervino en ese momento, planteó la necesidad de que se tome una muestra genética del bebé al momento del nacimiento, para realizar cotejos con los posibles sospechosos. Esto permitió confirmar que, efectivamente, Vitian era el padre de la criatura. Hasta ese momento el sujeto había negado en forma terminante los abusos, diciendo que nada tenía que ver con el embarazo de la muchacha.
Se confirmó todo
Entre las pericias realizadas por los investigadores se contaron el cotejo de las muestras genéticas que realizó el Servicio de Biología Molecular del CIF. Luego del alumbramiento, los estudios de marras determinaron que el imputado tenía vínculo biológico con el bebé que dio a luz la víctima. Con las pruebas acumuladas, la fiscal Luján Sodero sindicó al acusado de manera irrefutable como el autor material de los abusos en perjuicio de la joven. cuya identidad se mantiene en reserva.
Durante el desarrollo del juicio Vitian terminó confesando haber abusado a la víctima en reiteradas oportunidades.
La jueza Paola Marocco no solo valoró la confesión del imputado, sino los testimonios de la pareja de Vitian, del nieto de la mujer, los informes de los peritos del CIF y otras pruebas acumuladas durante el proceso de investigación.
Tras los alegatos de la representante del Ministerio Público y de la defensa del acusado, la magistrada condenó a Vitian a la pena de 13 años de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso que sea alojado en el penal de Villa Las Rosas. En el mismo fallo Marocco ordenó que se le extraiga material genético por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
Con esta sentencia se puso fin a los interrogantes que se habían planteado en un principio, cuando la tía de la joven comprobó que estaba embarazada. La mujer había orientado sus sospechas al instituto de educación especial al que concurría. En el marco de la investigación la fiscalía citó a declarar a directivos y docentes del establecimiento, sin que se haya podido establecer ninguna relación con los abusos sexuales sufridos por la joven. Fue así que luego de que la mujer decidiera no interrumpir el embarazo se descubrió que su pareja era el abusador.
Cayó en la trampa
Cuando la joven fue llevada a la Cámara Gesell no aportó ninguna información relacionada con los abusos que había sufrido. Hasta ese momento nada hacía suponer que Carlos Enrique Vitian podría ser el responsable de los ultrajes.
El sujeto pensaba que iba a lograr impunidad y por eso continuó abusando de la chica luego de embarazarla. Fue así que cayó en la trampa cuando un nieto de su pareja lo sorprendió en pleno acto, aprovechando la ausencia de su compañera.
La decisión de la mujer de no interrumpir el embarazo de su sobrina también le jugó en contra al depravado. Sin embargo Vitian se mantenía en la postura al manifestar que no tenía nada que ver con los abusos y con el embarazo de la chica.
El nacimiento del bebé echó por tierra sus mentiras, ya que los estudios genéticos confirmaron que era el padre de la criatura. Al quedar sin ningún argumento para defenderse Vitian terminó confesando en el juicio que había abusado en la joven en reiteradas oportunidades y por ello recibió una drástica condena.
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