“Parece que la Municipalidad piensa que salvar vidas es un gasto” dicen. Una Ordenanza dispone la obligación de girarles fondos pero este año Sáenz no mandó ni un peso. Mirá el video.
Rige una Ordenanza que obliga al municipio a otorgarles fondos pero la partida no fue incluida en el presupuesto.
La situación es límite porque se acaban los recursos y la paciencia para operar.
A fines de 2017 el Concejo Deliberante de Salta aprobó la Ordenanza 15.399 que dispone la creación del “Fondo de ayuda a las Asociaciones de Bomberos Voluntarios”.
La normativa tiene como propósito que el municipio le otorgue el 20% de lo presupuestado a los cuerpos de bomberos que estén debidamente inscriptos en el Registro Nacional -Ley N° 25.054- y en la subsecretaria de Defensa Civil de la Provincia de Salta, conforme a lo establecido por las Leyes Provinciales N° 5.057 y 7.037, en concepto de “Tasa para la prevención y protección de personas y bienes”. También se estableció que la Ordenanza tendrá vigencia a partir de este año.
Los fondos que debe destinar la Municipalidad de Salta son alrededor de $ 400.000 anuales para abastecer de recursos a los cuartes en concepto de gastos operativos y de mantenimiento de la flota de vehículos, para cuidar y garantizar la seguridad de los vecinos, pero nada de esto ocurrió, según publicó La Gaceta de Salta.
“Parece que la Municipalidad piensa que salvar vidas es un gasto”.
El comandante Walter Chávez cuestionó que el atraso del envío de los fondos lleva ya siete meses. Es decir, en lo que va del año jamás recibieron el subsidio del ejecutivo municipal, dinero que debía estar pautado en el presupuesto para el ejercicio económico del año en vigencia, pero que no fue incluido.
“La partida para la ejecución del fondo de ayuda se imputará en la Ordenanza del presupuesto general del ejercicio correspondiente como categoría especial de la partida transferencias corrientes al sector privado. En relación a la distribución de los recursos, el texto dispone que se realizará de manera igualitaria entre las distintas instituciones beneficiarias”, se estableció en la ordenanza que fue iniciativa del concejal Luis Hosel (FpV).
El dinero debe ser destinado al equipamiento operativo, reparaciones y repuestos, materiales de construcción y mobiliarios, entre otros, aclarando que quedan expresamente excluidos los gastos de representación, homenajes, salarios y viáticos de los Directivos de la Administración y demás gastos análogos. La ordenanza 15.399 es tan clara que también establece que en caso de encontrar alguna irregularidad el subsidio dejará de otorgarse.
Sin fondos, la seguridad de todos está en jaque
La situación es crítica. Los Bomberos Voluntarios aseguran que viven de rifas y de una pequeña ayuda económica que brinda la provincia ya que el Gobierno de la nación también quitó su aporte en el marco del plan de reducción del déficit fiscal. En ese contexto, no hay dinero para sofocar incendios y prevenir siniestros y tragedia. “Parece que la Municipalidad piensa que salvar vidas es un gasto”, cuestionó Chávez.
Con los pocos medios que tienen deben comprar repuestos, mantener y acondicionar autobombas, camionetas y mangueras, sin contar que no hay posibilidad alguna de ingresar la flota de vehículos a talleres mecánicos. Además de bomberos hacen de mecánicos.
Si bien la ordenanza se sancionó a fines de 2017 y entra en vigencia desde este año, los Bomberos Voluntarios aseguran que desde que Gustavo Sáenz asumió la intendencia jamás mantuvo diálogo con ellos para interiorizarse sobre su situación y cómo prestan el servicio a la comunidad.
A la falta de diálogo y dinero se suma el peligro latente de la temporada de incendios forestales. Los riesgos de incendios estructurales y forestales son cada vez más altos por la baja humedad, la sequedad del ambiente y el frío que, muchas veces, obliga a encender artefactos que generan cortocircuitos e incendios. Aseguran que si esta situación no se arregla, podrían dejar de prestar el servicio contra su voluntad.
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