El exasentamiento Santa Mónica fue una de las zonas más perjudicadas por el temporal del viernes.
Otra vez, la lluvia dejó aislados a varios barrios de la ciudad. Entre el viernes y el sábado cayeron casi 40 milímetros que provocaron graves inconvenientes en distintos puntos de la capital. Las inundaciones volvieron a desnudar las serias falencias de la infraestructura urbana para prevenir este tipo de situaciones críticas.
Hubo barrios que por varias horas quedaron prácticamente incomunicados por el pésimo estado de las calles, que rápidamente se transformaron en embalses que imposibilitaban el paso en vehículos, especialmente en las zona sur y norte de la capital, según informó El Tribuno.
Las familias que sufrieron la inundación en muchos casos perdieron lo poco que tenían. Ropa, colchones, camas, muebles de cocina o armarios fueron algunos de los bienes que se estropearon.
Una de las barriadas más perjudicadas fue San Justo (exasentamiento Santa Mónica), un loteo al costado de la ruta 26. Por su ubicación, a la vera del río Ancho y emplazado en un pozo, el lugar corre riesgo de quedar tapado por el agua en cada tormenta fuerte.
En la zona, unas pocas casas cuentan con paredes de bloques, ventanas y puerta. En muchas, una lona de color azul es el único resguardo del exterior. Sin embargo, los vecinos no desesperan y esperan que llegue el tiempo de poder construir sus casas.
La familia de Juan Cruz -de 31 años- junto a su esposa y sus cuatro hijos, es una de las que levantaron sus viviendas en el barrio. Este joven describió a El Tribuno su dolorosa situación, además de describir su frustración al ver el abandono por parte del Estado. «Nosotros queremos una solución. Con la lluvia del viernes el agua nos llegaba hasta la pantorrilla, teníamos 30 centímetros de agua en nuestras casas. Hay muchas familias que perdieron todo. El río Ancho se desbordó y las calles del barrio se volvieron un lago. Ese día vinieron bomberos y policías para evacuar a los menores y llevarlos al CIC. Nos sentimos abandonados, los políticos vienen solo cuando son épocas de elecciones, cuando estamos inundados, después ni aparecen», remarcó Juan Cruz.
Andrés, de 53 años, es otro de los vecinos damnificados. Casado y con un hijo discapacitado, comentó que en la inundación del viernes su vivienda se llenó de agua. «Tuvimos que esperar varias horas para que se desagote la casa, perdí los colchones y ropa», lamentó el hombre.
Los vecinos saben que tendrán que seguir reclamando porque, ante cada tormenta, el barrio se seguirá inundando. Es por eso que piden que el Gobierno canalice el río o, por lo menos, haga un muro de contención de piedra.
Censo
Otro problema en el barrio es la falta de servicios. Están colgados del alumbrado público y, para llevar agua a sus casas realizaron conexiones precarias. «Nunca hicieron ninguna mejora en el barrio. La lucha para salir adelante es entre todos y por eso es que nos estamos manifestando. ¿Qué somos nosotros para ellos? Les aclaro que somos seres humanos y por eso queremos una solución», sostuvo Juan Cruz.
Los vecinos comentaron que hace un par de meses fue personal de Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social) a realizar un censo y entregarles un certificado de vivienda familiar. Los habitantes de la zona aseguraron que, con ese documento, están habilitados para solicitar la instalación de los servicios básicos como luz, gas y agua, aunque por el momento no obtuvieron ningún tipo de respuesta.
Se necesitan donaciones para el barrio
Juan Cruz, que se convirtió en un referente en el loteo, pidió donaciones. La inundación provocó que muchos vecinos pierdan sus pertenencias, es por eso que buscan ayuda de los salteños.
Las familias necesitan: colchones, frazadas, zapatillas, leche en polvo, camas, ropa, alimentos no perecederos y pañales. Además, también esperan recibir juguetes para festejar Reyes el próximo sábado. Los interesados deben comunicarse con Juan Cruz al celular 155796207 y coordinar la entrega.
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