Muy cerca de la muerte, sus dueños encontraron la manera de que el equino viva de la mejor manera posible. Sin embargo, el arte le salvó la vida y hoy lleva vendidas más de 150 obras
Metro fue un caballo de carrera. Pero una enfermedad lo obligó a abandonar esta actividad. Según todos los pronósticos, no quedaba otra opción en el futuro que sacrificarlo. Sin embargo a su dueño, un artista, se le ocurrió una ingeniosa idea que cambió la vida de Metro para siempre.
Ron y su mujer adoptaron al animal en 2009, cuando cayó enfermo. Después de ganar 8 carreras y USD 300.000 en premios, tuvo que retirarse tras sufrir un daño en los huesos de su rodilla que se transformó en permanente, según informo Infobae.
El equino tomó medicación durante varios meses en los que también hizo rehabilitación. Un par de herraduras especiales parecieron ayudarlo por cierto tiempo, pero una radiografía en 2012 reveló que se le estaban uniendo las articulaciones de las rodillas.
Un veterinario les dijo que, al cabo de dos años, se le unirían por completo, y no quedaría otra opción que sacrificarlo. «No quería dejarlo pastando y olvidarme de él. Estaba pensando en cómo podíamos pasar más tiempo juntos», afirmó Ron.
Él había notado cómo su caballo movía la cabeza para llamar la atención y cómo levantaba cosas con su boca. Como Ron era artista profesional, pensó que, quizás, podía convencer a su caballo de agarrar un pincel.
«Le enseñé a tocar el lienzo con la nariz dándole un premio, y luego a tomar un pincel», contó.
Metro empezó a crear obras de arte que su dueño consideró lo suficientemente buenas como para poner en venta en la galería de arte locales. Las primeras cuatro pinturas se vendieron la misma semana que se pusieron en exhibición.
El estilo desenfadado de Metro ha sido comparado con el de Jackson Pollock, el pintor estadounidense famoso por su técnica única de salpicar pintura
Para 2014, había 150 personas en lista de espera para comprar sus obras. Las ventas de sus pinturas permitieron financiar un nuevo tratamiento experimental para tratar sus articulaciones.
Su veterinario creó una técnica para aplicar una droga llamada Tildren directamente en sus rodillas. «A los pocos meses, radiografías mostraron que el crecimiento óseo se había detenido. El tratamiento le ha agregado años a su vida», aseguró, pero para Wendy y Ron fue la pintura la que salvo su vida.
«Tiene una personalidad extrovertida. Se siente cómodo ante el caballete. Le encanta pintar. No sé en realidad cuánto puede ver, ya que los caballos tienen un punto ciego frente a su hocico. Creo que le gusta la sensación de pasar un pincel sobre el lienzo» dijo Ron
Las pinturas de Metro se siguen vendiendo. «Tenemos pinturas de distintos tamaños que van desde USD 50 hasta USD 500. Vendemos a razón de dos por semana», dijo Ron y la mitad de las ganancias son destinadas a una ONG llamada Nuevas Vocaciones, que reentrena y reubica antiguos caballos de carrera.
Hasta ahora ya han donado USD 80.000. Esta suma permitió ayudar a otros 60 caballos. A sus 14 años, Metro no parece estar cansado de su nueva profesión.
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