El local se hizo fuerte en El Alto, donde mudó su localía desde La Paz. Duro golpe para la Vinotinto que había arrancado la fecha en la cuarta posición de la tabla.
A 4.100 metros de altura y en un estadio con butacas de telgopor, Bolivia le puso un freno a la ascendente Venezuela que, comandada por Fernando Batista transita la Eliminatoria entre los protagonistas. El equipo de Oscar Villegas goleó por 4 a 0 y se posiciona entre los del fondo de la tabla para pelear por las últimas plazas, o el repechaje, para el próximo Mundial.
Bolivia fue contundente. Tardó apenas 13 minutos en abrir el marcador y lo hizo con un golazo de Ramiro Vaca, que le pegó desde afuera del área y la clavó debajo del ángulo derecho del arquero que no llegó a desviarla pese a su estirada.
La Vinotinto tuvo su reacción y aunque le costó llegar con peligro, fue el inoxidable Carlos Lampe quien evitó que el marcador quedara parejo. La altura del estadio municipal de El Alto, 500 metros más cerca del cielo que el Hernando Siles de La Paz, hizo el trabajo más fácil para los bolivianos.
Cuando se terminaba el primer tiempo, fue el defensor Jon Aramburu quien le facilitó más las cosas a Bolivia, porque le metió un empujó por atrás a Carmelo Algarañaz en el área y el árbitro Wilmar Roldán no necesitó VAR para cobrar el penal que el mismo delantero que recibió la falta ejecutó con simpleza.
Algañaráz le cruzó el disparo a Rafael Romo y dejó las cosas 2 a 0 para el vestuario. Lo que les dijo Fernando Batista en el entretiempo no pudo ser conjugado en el entretiempo. Tras el reinicio, José Sagredo –que recién había ingresado- conectó un buscapié que llegó desde la izquierda en la primera jugada y gritó el 3 a 0.
Desdibujada y sin recursos, la Vinotinto no lograba hilvanar el juego para acercarse nuevamente a Lampe, mientras Bolivia desperdiciaba situaciones. El moño para el local llegó a poco del final cuando Enzo Monteiro consumó la goleada después de una jugada bárbara que comenzó con una pausa de Vaca para darle el espacio suficiente y un pase a José Sagredo que la terminó cruzando para que el delantero de 20 años la empujara.
Desde las plateas con butacas de telgopor, a las que recurrió Bolivia para que Conmebol le habilitara el estadio, consiguió un triunfo que le permite retomar la pelea por el repechaje para el próximo Mundial, o las últimas plazas de clasificación directa.
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